A finales de 1957 Johnny Cash era uno de los músicos más prolíficos y consistentes de Sun Records, la compañía de Memphis propiedad del ínclito Sam Phillips. Tanto en número de ventas como en popularidad y respeto Cash era un valor seguro para la discográfica.
Sin embargo, algunos movimientos le colocaron fuera de Sun. Elvis había salido ya y Phillips comenzaba a centrar todos sus esfuerzos en la promoción de Jerry Lee Lewis. Johnny Cash comenzó a sentirse infravalorado y notó que su capacidad de decisión sobre su música disminuía. Lo que seguiría era inevitable.
A mediados de 1958 Cash decidía firmar con Columbia Records, dejaba el Grand Ole Opry y se mudaba a California en busca de retos mayores. Sus últimos singles para Sun como "Ballad Of A Teenage Queen", "Guess Things Happen That Way" y "Ways Of A Woman In Love" se vendieron bien, pero representaron un cambio en estilo teniendo en cuenta la simplicidad de sus primeras grabaciones.
El añadido de eco, estribillos, piano y overdubbing produjeron un sonido de estudio ahora más sofisiticado con el objetivo de dotarlo de mayor comercialidad, difíciles de duplicar en los directos, perdiendo una gran parte de la misma potencia en bruto obtenida en la producción del sonido.
El fichaje de Cash por Columbia, una gran discográfica con una prestigiosa división de country, le dio mayor libertad para controlar su música. Himnos, álbums conceptuales y retorno al primitivo sonido de sus primeras grabaciones para Sun fuero algunos de sus soñados logros conseguidos en su nueva compañía.El final de la era dorada del rockabilly tocaba a su fin, y los más afamados músicos de Sun Records se veían forzados a fichar por compañías más grandes, como Carl Perkins también por Columbia.
Más extraña de comprender resulta sin duda la salida de Johnny Cash del Grand Ole Opry. Cash fue el primer músico en tratar de poner en duda la opinión generalizada de que los músicos residentes del Grand Ole Opry habían alcanzado la cima de sus carreras y que dejarlo era caer en desgracia. Cash decidió largarse del programa perdiendo de este modo la exposición radiofónica y promocional de la que gozaban sus miembros. Aquello tuvo buenas y malas consecuencias. Buenas en el sentido en el que Cash se hizo con una legión de seguidores, y malas desde el punto de vista de sus salud física y emocional.
Este periodo, desde 1958 hasta el momento máximo de reconocimiento a nivel nacional que supusieron sus álbums en prisión en 1968 y 1969 y su show televisivo entre 1969 y 1971, es sumamente importante para comprender la contribución y posición de Cash en la historia de la música.
Mucho se ha escrito sobre su vida en este periodo, pero la grandeza de la música que lo enmarca deja en anecdótica cualquier otra historia.
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