"Mi madre siempre me dice que sonría y ponga una cara feliz. Ella me dijo que tenía un propósito: traer risas y alegría al mundo... ¿Qué es lo que obtienes cuando te cruzas con un solitario enfermo mental en una sociedad que lo abandona y lo trata como basura?... Cuando era niño y le decía a la gente que iba a ser comediante, todos se reían de mí. Bueno, nadie se está riendo ahora..."
El Joker, sin duda alguna uno de los grandes villanos que ha dado el mundo del cómic (personaje icónico de DC) y que el cine se ha encargado de encumbrar. Hasta ahora siempre lo habíamos visto como "estrella invitada" en la oscura Gotham, desatando el caos y haciendo resonar su macabra risa por las calles de la ciudad de Batman, en un duelo interminable que ha terminado generando un vínculo especial entre ambos.
Habíamos disfrutado de Jack Nicholson, encarnando a un Joker más bromista y alegre, aunque no exento de ese punto histriónico, que encajaba perfectamente en la cinta rodada por Tim Burton. También habíamos alucinado con la interpretación magistral de Heath Ledger y su personaje más sádico y caótico, incluso aterrador, en la película de Christopher Nolan. Pero hasta 2019 no habíamos tenido la oportunidad de ver una película dedicada íntegramente al Joker y, además, sin la presencia del Caballero Oscuro. Bien, pues hay que darle las gracias a Todd Phillips por dirigir "Joker" y a Joaquin Phoenix por brillar al meterse de lleno en la piel de uno de los malos más carismáticos del universo cinematográfico.
Para empezar deciros que Hildur Guðnadóttir es una violonchelista islandesa reputada y que "Joker" no es su primera intromisión en la gran pantalla. Curiosamente ya había conocido a Phoenix en la película "María Magdalena", colaborando en la composición de la banda sonora con Jóhann Jóhannsson, con el que también repetiría en el film "La llegada", y que su trabajo más destacado, hasta la fecha, se había producido en "Sicario: el día del soldado". Conviene añadir que suya también es la música de la aclamada serie "Chernobyl", contribuyendo de manera muy eficaz a incrementar ese clima tóxico, asfixiante y angustioso.
Como dato curioso, explicaros que Hildur Guðnadóttir fue entregando piezas musicales al director antes de que la película entrara en fase de preproducción. Esta manera de trabajar, muy poco usual ya que el compositor suele componer viendo las escenas, fue propuesta por el propio Todd Phillips, por lo que la islandesa tuvo que inspirarse a medida que iba leyendo las partes del guión que le tocaba musicar y eso contribuyó de manera definitiva a que evolucionara la partitura al mismo tiempo que evolucionaba el Joker. Es más, Phoenix ensayó algunas escenas (e incluso encontró iluminación) con la música ideada por Guðnadóttir.
No parece una partitura muy compleja, de hecho no hay muchos instrumentos ni demasiadas melodías, pero sí es una composición brillante y perfecta para "Joker". Gracias a sus notas podemos comprender mejor al personaje, entender cómo percibe a la sociedad, cómo le afecta a él y cómo se siente. Esa opresión casi claustrofóbica del mundo interior de Joker, esa oscuridad airada pugnando por salir al exterior, ese ritmo por momentos fúnebre y machacón que puede llegar a molestar (en el buen sentido)... la composición parece ideada para remover al espectador y lanzarlo de cabeza a la inquietante y martirizada alma del Joker.
"Joker" no es una banda sonora compuesta para disfrutar y escucharla en casa mientras lees un libro, es una composición estrechamente vinculada a la película, con un carácter más narrativo que melódico y con la clara intención de acompañar al Joker hasta su glorioso y demencial cénit.
Los que ya hayáis visto la película, os recomiendo que volváis a ver "Joker" prestando atención a la música de Guðnadóttir para comprender la incidencia que ésta tiene en el contexto del film.
VALORACIÓN: 8/10