Robirosa, con la jugadora Marta Fernández: la dupla de NBA.cat -TVC.
Segunda y última parte de la entrevista de Cronómetro de Récords a Jordi Robirosa (Barcelona, 1958). Una conversación que podría haber dado también para un documental de cómo vive el locutor los momentos previos a un partido, pues la entrevista empieza en una cafetería, continúa en un párking donde el protagonista va a recoger su coche –con un pequeño susto: el encargado le exige un tícket que no le ha dado– y concluye poco antes de empezar su retransmisión del Barça-Suzuki Manresa. “Jordi, tienes que entrar a las ocho y veinte para el 3/24 [canal de noticias de TV3]”, le dice un miembro de su equipo. Eso es… en cuatro minutos. “Toni, seguimos en contacto, eh”, promete Robirosa, que se aleja con la ilusión de un debutante.
- Siempre defiendes al jugador que menos minutos juega, aunque con Barrett te fue imposible.
Claro, Barrett ocupaba plaza de americano. Lo que dije, y con esto tuve diferencias con Xavi [Pascual, entrenador del Barça], es que no había visto un jugador americano ocupando una plaza de americano que jugase tan pocos minutos. Es que no era el tercer base del equipo, sino el cuarto. Porque Grimau también acababa jugando en esa posición. Apoyo a Jordi Trias, por ejemplo, porque cuando sale suma. Tampoco soy un hombre de hielo, al contrario, tengo mis sentimientos. Jordi es un chaval excepcional al que le tengo un cariño especial, pero no mentiré y diré “¡qué gran partido ha jugado Trias en ocho minutos!” si ha hecho cero puntos. Pero como veo que lucha, le ayudo. El día que fiche por otro equipo seré el primero en saberlo, pero no lo hago por eso, sino porque creo que lo tengo que hacer y porque me cae bien.
- En A prop de les estrelles de l’NBA [el libro que Robirosa acaba de publicar] haces autocrítica por no haber defendido a Marc Gasol en el Barça, pero siempre que salía decías que tenía talento…
Yo lo defendía, pero tardé en decir que su entrenador estaba cometiendo una barbaridad increíble con él. Y eso lo he hablado con el propio Marc y con su padre, Agustí. De hecho, les extrañaba que le hubiésemos dado un margen enorme de confianza a una persona que no se lo merecía. Primero porque no se comportó como una buena persona. Y en segundo lugar porque como entrenador fue nefasto. Marc Gasol, uno de los mejores pívots del mundo, pasó por el Barça y… Pero si este señor llegó a decir que no era jugador de baloncesto… Que lo sé y me lo han dicho. No lo dije a tiempo y me equivoqué. Lo que explico en el libro es rigurosamente cierto. Le pedí perdón a Marc en una cena en Memphis: “Perdona, porque de tan prudente falté a una verdad periodística evidente, que se estaba cometiendo una barbaridad”. Esta barbaridad no que no afectó al jugador, sino al propio Barça, que ha creado a uno de los mejores jugadores y no lo ha podido aprovechar a causa de una persona sin criterio.
- ¿Ivanovic ha sido el entrenador que más ha desaprovechado una plantilla?
Evidentemente y con mucha diferencia. El caso Ivanovic no lo había visto nunca. Con Aíto teníamos diferencias, pero al final conseguía objetivos, ganaba. Aíto no hubiese cometido nunca esta barbaridad.
- ¿Y el técnico que ha sabido aprovechar mejor una plantilla más modesta?
[Luis] Casimiro en el Manresa: impresionante. Le hizo campeón de Liga. Salva Maldonado, también con el Manresa, pero sobre todo Casimiro porque ganó la Liga en playoffs y con el factor campo siempre en contra. Es uno de los técnicos que me merece más respeto porque hacer campeón al Barça tiene mérito, pero con el Manresa... En la ciudad tendrían que hacerle un monumento a la entrada al lado de una de Chichi Creus.
- ¿Hasta qué punto es importante tener un estilo propio y saber encontrarlo?
No lo he pensado. He llegado de manera natural. No salgo pensado en que lo haré así o asá, pero sí que es verdad que tenía un estilo y que tengo. Uno se va moldeando con los años. Creo que sobre todo fue a partir de hacer resúmenes de NBA. He intentado aplicar la NBA y su pauta a los partidos de la ACB. Y creo que eso ha cuajado. Llevo prácticamente 25 años haciendo partidos. Si no lo hiciese bien es evidente que me hubiesen dado la puntada. Soy el periodista de básket, y creo que de deportes en general o al menos en televisión, más veterano en Catalunya y España. Sin duda.
- Haces comentarios como si fuesen matices, los típicos añadidos que en un texto saldrían entre guiones.
Es como si escribiese, ¿no?
- Sí.
Pues es cierto. Me gusta que las cosas tengan un inicio y un final y creo que me gusta mucho incluir explicaciones intermedias porque creo que son enriquecedores. No me habían dicho nunca esto, pero tienes razón.
- ¿Has tenido problemas por defender tu estilo especialmente al principio?
No, en la tele ninguno. Hago una serie de cosas de las cuales hay gente que no está de acuerdo, pero lo argumento y me lo dejan pasar, como catalanizar nombres como Estudiantes (Estudiants). Tengo todo el respeto por este club, pero yo vengo de una familia de básket y si hablas con los veteranos como Nino Buscató siempre te dirá Estudiants. Mi padre no decía “juega hoy el Barça contra el Estudiantes”, sino que se refería a los “estudiants” porque eran los estudiantes.
- ¿Has pensado en hacer un diccionario?
En absoluto. Porque tengo un vocabulario amplio de catalán. Sé catalán. Entré en la tele porque era una época en que había poca gente que lo escribiese bien y yo sí lo hacía. Tengo una suerte: soy un manazas, pero tengo mucha facilidad para aprender idiomas. Mucha. Llego a un lugar y en una semana pillo cosas.
- ¿Tienes algún ritual antes de una retransmisión?
Ninguno. No tengo manías, no soy nada supersticioso, no tengo lemas ni ninguna tontería de ésas. No tengo ni rutina. Simplemente intento ir bien preparado.
- ¿Con qué tres momentos de la NBA que has vivido en directo te quedarías?
Uno, primero y principal, el título de Pau, vivido a pie de pista y haciéndole la primera entrevista. Dos, el primer título de Michael Jordan, cuando yo también estaba en la pista justo y, como explico en el libro, 18 años antes de que Pau ganase su anillo. Le toqué la espalda, aunque no soy fetichista. Ahora no sería posible y te pegarían de ostias. Y el tercero es negativo, el día que muere Drazen Petrovic. Me coge en las finales de la NBA, voy a New Jersey… La muerte de una persona joven es un impacto brutal.
- ¿Hasta qué punto el éxito de Pau ha favorecido el éxito del básket en este país?
Ha favorecido, pero ya venía de lejos. Pau no se entendería sin Nacho Solobazal, Nacho Solozábal no se entendería sin Nino Buscató y Nino Buscató no se entendería sin mi padre, Marcelí Maneja y todos los del años 40-50. Pau, con su inmenso talento, se ha limitado a recoger los frutos de una base enorme. Esta mañana he ido a hacer un reportaje del torneo de El Molinet, en el que había… ¡1.500 niños inscritos! La base del éxito está allá. No dudes de que saldrá otro Pau Gasol.
Robirosa, en el medio, en la presentación del libro - Viena Edicions.
- ¿Rodman es el tipo más extraño que te has encontrado en una pista de básket?
- Sin duda el más estrafalario. Yo me reía con él. Era el tipo al que le he visto hacer las cosas más extrañas, pero lo conocí cuando era más o menos normal. Sólo un hot dogging [jugador predispuesto a hacer gestos, hablar con los árbitros y la grada…], aunque él lo negaba. Al final ya era casi imposible entrevistarlo.
- Mencionas a un tal Steve Trumbo. Parece que era bastante personaje.
Era mormón, se casó con Carolina, una chica de Valladolid. Él jugó en el Barça y era un gran especialista de recoger rebotes de basura. Era un tipo muy divertido. Un día fui a su casa, en la que tenía carteles, pinturas y personajes. Y le dije: “Stephe, ¿éste es tu abuelo, tu bisabuelo?”. “¡Noooooo! ¡Noooooo! ¡Es el profeta! ¿No sabes quién es Brigham Young?”, me dijo. “Bueno, bueno, Steve, perdona…”. “¡Brigham Young es el profeta!”, reproduce Robirosa imitando a Steve. Era muy divertido y le tenía mucho aprecio.
- ¿Es una presión ser la imagen de la NBA en Catalunya?
En absoluto. Es un goig para mí. Como cuando estos chicos vienen y te piden un autógrafo. Me encanta. Ojalá esto pudiese durar muchos años.
- ¿Aceptarías un programa nocturno de NBA como Montes y Daimiel?
No sé. Porque eso castiga mucho. Yo vi a Montes y Daimiel y sé lo que castiga. Significa alternar la vida, no sé si me armaría de valor y haría de tripas corazón. Si lo tuviese que hacer por narices lo haría, pero creo que es algo que tendría que hacer una persona que comience en la profesión y no alguien que lleve 25 años.
- ¿Cómo era Andrés?
Era un tío genial, un tío muy divertido. Tenía dos formas de ser. Era cerrado para quien no lo conocía y se ponía una barrera para el resto. Pero si entrabas dentro era muy divertido, muy irónico. Me entendía muy bien con él.
- ¿Qué valores valoras de un periodista y qué valores crees que transmites?
Valoro sobre todo la ética periodística, como en el caso de las declaraciones de la madre de los Gasol. Ha sido una vergüenza. El periodista éste, que para mí no es periodista, sino un personaje, el de La Gaceta de los Negocios, debió llamar a Marisa, a la que conozco desde hace más de diez años. Es una mujer que tiene una forma de hablar, que ha pasado momento difíciles porque está sola con sus hijos. Ella dijo una serie de cosas que no tenía que haber dicho, pero estoy absolutamente convencido que se ha publicado sin que supiese nada. Y esto no es ético ni nada. Envié un correo a la familia Gasol diciéndoles que nosotros, como Televisió de Catalunya, no haríamos ninguna referencia al asunto. Y llamé a su representante, Arturo Ortega, para asegurarle que no íbamos a hacer nada al respecto porque consideraba que eso no es periodismo. Primero porque se ha conseguido de una forma antiética. ¿Después qué tenemos que hacer? ¿Comenzar a hablar de las madres, de las hermanitas? ¿Somos Salsa Rosa o qué somos? En la tele me dieron la razón. Hay que tener ética humana y ética periodística. Las dos.
- ¿Qué poder puede llegar a tener un comentarista de deportes?
Un poder muy grande. Es una cosa que tengo muy clara. Sé que lo que diga a misa, y por eso debes ir con mucho cuidado con lo que dices. Había un jugador que se llamaba Granville Waiters del Barça: era un patata y nosotros, Lluís Canut y yo decíamos que era un especialista, que no era tan malo. El tío se sorprendía que saliese y la gente le aplaudiese. “¡Es la primera vez que me aplauden!”, comentaba orgulloso. En una guía no oficial de jugadores de la NBA lo ponían verde y estaba decidido a decirlo un día. Lo hice en el último partido y la gente se sorprendió. No era jugador para el Barça, pero nos reíamos y la gente le aplaudía.
- ¿Crees que por tu carácter fomentas situaciones peculiares? Como, por ejemplo, conseguir que un tipo tan serio como Larry Bird te sonriese.
No creo. Soy un periodista con experiencia e intento hacer cosas. Es como cuando le digo al cámara que grabe porque así ya tenemos la negativa si el jugador no quiere hablar. Así la noticia se genera desde el principio. En cambio si dices le dices, “¿quieres hablar conmigo?” y no lo hace… Genero las situaciones peculiares que quiero generar.
Pau Gasol tras machacar el aro en un partido con los Lakers -EFE.
- ¿Cómo ha cambio el básket desde que lo sigues?
Ha cambiado para bien en cuanto a la estructura de las ligas y de la competición, además de la visión de la prensa. Pero para mal en el juego en sí: cada vez es menos espectacular, ganan las defensas sobre los ataques, cosa que es un gran error. Nos estamos equivocando todos mucho y hemos perdido la percepción de que el básket también tiene que ser un espectáculo y no resultadismo.
- ¿Ampliar la distancia del triple [a partir de la temporada que viene será de 6’75 y no de 6’25 en ACB] favorecerá el juego interior?
Esto pasa como el hockey, del que soy un amante, donde cambian constantemente la distancia del penalti córner para ganar en juego en vivo. Los equipos llegan a especializarse y en poco tiempo vuelven a tener grandes porcentajes. Hay jugadores a los que no les afectará en nada, como a Juan Carlos Navarro.
- El básket femenino continúa siendo el gran olvidado. Sois uno de los pocos medios que apostáis por él.
Somos la única cadena que no envía sustitutos para el básket, sino los titulares. Intentamos hacer lo máximo por el básket femenino. Pero quien demuestra no creer en esto es la propia Federación Española de Baloncesto y las propias mujeres. Lo veo con las compañeras de mi hija, chicas de 17 años júniors. “¿Visteis el partido la Seu d’Urgell - Olesa Espanyol que hicimos el otro día?” Y ni una. “¿Habéis visto el partido de la Euroliga?”. Todas. Claro, las primeras que se tienen que poner las pilas para apoyar el proyecto son las propias mujeres. Damos cinco o seis partido al año de Liga Femenina, que son muchos, además de resúmenes cada semana, pero si ellas son las primeras que no lo ven tenemos un problema. No sólo te tiene que quejar, sino que tienes que hacer cosas para evolucionar. Es como si tú quieres aprender catalán y no compras nunca prensa en catalán. [La entrevista continúa en el párking y en el coche de Robirosa. A sonido ambiente. Queda grabado cómo arranca el motor].
- La peor noticia de los últimos años sobre básket femenino fue la desaparición del UB Barça.
Entra dentro del hecho de que el básket femenino de élite, mucho menos el de base, está muy herido. No hay ayudas económicas. El básket catalán tiene competencia desleal con el de España. El Ayuntamiento de Salamanca debe pagar todo o casi todo al Perfumerías Avenida, mientras que aquí ayuda institucional hay muy poca. Las cajas de ahorros nunca han apostado por el deporte de élite o casi nunca por el deporte, pero las instituciones hacen lo que pueden. En el caso del UB Barça [dice Robirosa mientras gestiona cómo encararse para coger la Travessera de Les Corts] el Barça no fue culpable de esta situación porque el Barça dijo que ayudarían al Universitari, pero que no crearían una sección propia. La gente se metió mucho con el Barça, pero creo que es un problema mucho más de fondo. Tuvo muchos culpables y ninguno. Ni el Barça ni la Generalitat ni la UB ni los pobres dirigentes del club, que hicieron lo que pudieron. El problema fue y es estructural, global de nuestro básket femenino de élite. Tenemos una base brutal, pero después no hay el apoyo económico suficiente para llegar a la élite y obrar en consecuencia.
- Es lamentable la decisión de hacer una Copa de la Reina de sólo cuatro equipos. Pura pantomima.
Con eso han demostrado que la Liga Femenina no les interesa nada, que sólo están por la selección española y de aquí las declaraciones de [José Luis] Sáez, absolutamente, exabruptos contra [Eduard] Portela [presidente de la ACB]. No tiene ningún sentido. Si él dice que la ACB es mejorable que se aplique el cuento e intente mejorar la Liga Femenina, que la tiene olvidada y con todos los clubs en contra. Es muy lamentable. Me da la impresión que, a parte de la Federació Catalana, los únicos que apoyamos el básket femenino somos nosotros. Tengo esa sensación. Y como creo en ello continuaré luchando.
- Es una cuestión personal.
Sí, sí. El día que sepamos negociar la fuerza de las mujeres en este deporte el básket será imbatible. ¿Cuántas chicas practican fútbol? Cuatro, pobrecillas y las tienen dejar de la mano de Dios. Mientras que el 40% de chicas federadas en Catalunya son chicas.
- ¿Por qué eres seguidores de los Celtics?
Porque cuando era pequeño, con 12-13 años, estaba con mi padre en casa y echaron TVE, Héroes de Ébano. En aquella película jugaban los Globetrotters, que eran los buenos, contra los Celtics, que curiosamente eran todos blancos e iban de verde. Nos pusimos a ver la peli y, lo típico de un chaval, tomé partido: “Papa, voy con los de verde porque son todos blancos y son nuestra raza, y no con los otros que son negros”. “Haz lo que quieras”, me dijo. Y desde entonces soy de los Celtics. Así que lo primero que hago cuando me levanto por la mañana es mirar qué han hecho los Celtics. Si pierden tengo un disgusto.
- Sé sincero, ¿con quién ibas en la final de 2008, Lakers-Celtics?
En el libro no lo he explicado, pero te lo explicaré a ti. Pau me viene en el primer entrenamiento antes del primer partido y me pregunta: “Jordi, ¿tú con quién vas?”. “Pau, con los Celtics”, le digo. “Me lo imaginaba”, me dijo. “Pero quiero que tú seas el mejor”. “Qué cabrón”.
- ¿Cuál sería tu quinteto ideal de la NBA?
Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird, Pau Gasol y Tim Duncan de cinco, por fundamentos, los fundamentos más grandes que he visto en un jugador de básket.
- ¿Y de la Liga ACB?
Nacho Solozábal, Juan Carlos Navarro, Josep Maria Margall como cañonero, como tirador irrepetible, Audie Norris y Felipe Reyes de cuatro por altura.
- ¿De dónde es tu doble?
¡Era de Dubai! Un locutor de Dubai. Estos cabrones… No lo sabía y me pusieron la imagen por sorpresa (se ríe).
- ¿Qué se explica Carina? [su mujer, a la que le dedica el libro]
Hice esta dedicatoria tan bonita, que me quedó tan bien, porque soy un poeta y porque así me aseguro 10, 15 o 20 años más de matrimonio. Tenemos una profesión puta, que no es fácil. Para la conciliación familiar es duro.
[Bajamos del coche. Robirosa se hace un par de fotos con seguidores, firma tres libros, uno dedicado para Marcel, un joven enamorado de la NBA que vive temporalmente en Italia. Nos despedimos. El partido está a punto de empezar].