Si Dios existiese, nobendeciría esta tierra.Barras de sangre derramadaen orgías genocidas.Estrellas que son guíaspara el camino de los desvalidos.
Nos levantamoscon la luz de un cuadrode David Hockney.Desnudos, soñamoscon su mar y las espiralesque habitan en las piscinas.
Mas, vuestro mundo, nos relegaa la oscuridad de la vergüenza.
Simplemente queríamostomar el sol sin dejarla señal blanca en el cuerpoque instaura el Dios expulsado del Edén.
Jorge M. Molinero. Nos prohibieron bailar. Ediciones del 4 de agosto, julio 2017.