PROPUESTA CIVILIZATORIA
Él sale a cazar, ella se queda charlando y cuidando el fuego. Desde ese instante primordial, parecería que los papeles del drama quedan repartidos para toda la eternidad. Seguirían decenas de miles de años de encuentros difíciles, de desamor preprogramado, de sensualidad apenas mordisqueada, de lances vampíricos, de santificada ignominia.
Por eso detengámonos, elevemos una plegaria muda a los pájaros rojinegros de ojos siempre abiertos que conocen los engranajes de la leyenda y ahora están haciendo moverse el sol, apoyemos ambas manos sobre el fulgor de mediodía: ¿y si en el momento siguiente él vuelve, deja caer las armas, ofrece un buche de licor, conversan, se retiran para amarse larga y parsimoniosamente, y salen luego juntos a recoger hojas y frutos?
Jorge Riechmann en Con los ojos abiertos (Ediciones de Baile del Sol, 2007).