Jornaleros, agricultores, ganaderos y fascistas

Publicado el 20 febrero 2020 por Monetarius

Las protestas del campo español son legítimas. Porque solo la protesta puede dar razones a un gobierno que tiene que pelear las soluciones en muchos frentes. Y, curiosamente, también contra los de la bandera, que prefieren que se hunda España si con ello hacen daño al gobierno de cambio y así sienten que se acerca su momento de hacerse con las riendas del país. Patriotas de puticlub les ha llamado alguien.

Las protestas son importantes no solamente para agricultores y ganaderos, sino para todos los que vivimos en España. El problema del campo lleva decenios arrastrándose y es el mismo que afecta a los autónomos y a los pequeños empresarios en el conjunto del país. Durante el bipartidismo se abandonó a los pequeños en todos los ámbitos: a los que tenían flotas frente al taxista individual, a las grandes superficies en vez de al pequeño comerciante, a las inmobiliarias en vez de a los que alquilaban, a las franquicias antes que a las tiendas de barrio. En especial el PP, ayudó y apoyó a los terratenientes y a las grandes explotaciones frente a las cooperativas o pequeños agricultores. Puso un Comisario europeo que solo entendía de petróleo y que tenía negocios con las multinacionales. Ese era el compromiso del PP con el campo español.

El PP nunca ha defendido en la Unión Europea los intereses de los agricultores y es bien sabido que las ayudas de la PAC se las quedaban siempre ricachones como la Duquesa de Alba o Mario Conde. Apenas 60 ricos del PP se han quedado 250 millones de ayudas europeas al campo. ¿Qué dicen estos señoritos? Algunos de ellos también han salido a protestar diciendo que la culpa es del nuevo gobierno. Que la culpa es del coletas. Uno de los que ha salido, con un tractor nuevo, impecable, con las ruedas intactas, vamos, con un tractor que nunca ha arado, ha sido José García Lobato, alcalde de Almendralejo del PP imputado por la Púnica. Insultando a Iglesias. Porque sí. Qué no harían esta calaña de tipejos en el pasado

Ahora que hay un gobierno de izquierdas el campo se levanta. Es verdad que podían haberlo hecho durante los gobiernos del PP y nunca lo hicieron. No importa. Lo ha dicho Pablo Iglesias: ¡Seguid aprentando, que tenéis razón! Porque Iglesias sabe que el problema del campo no se solventa sin apretar a Europa que está decidida a rebajar la PAC, sin apretar a los latifundistas, sin apretar a las distribuidoras y sin apretar a la agricultura y ganadería extensivas. Y el gobierno de cambio solo podrá ayudar al campo, y así ayudar al conjunto de España, si triunfa en la lucha contra todos esos poderosos que, además, controlan los medios de comunicación. Es de hipócritas hablar de la España vaciada y luego no hacer nada para que no se vacíe. Por eso el problema del campo es un problema de todos. Porque además, nos jugamos la soberanía alimentaria. Y un país que depende de fuera para alimentarse es un país amenazado.

Las manifestaciones son legítimas y la gente de Podemos, de IU, del PSOE tiene que estar en ellas. Y también tiene que denunciar a esos señoritingos-basura como el alcalde de Almendralejo o el líder de ASAJA, la patronal del campo (que están en la CEOE), que ha amenazado con convocar una manifestación delante de la casa del Vicepresidente del Gobierno. ¿Quieren un escenario como el de Chile en 1973? Son los señoritos de los Santos Inocentes, esos que quieren desgastar al gobierno y que nunca han movido un dedo ni por el campo, ni por los campesinos ni por España. El problema del campo se solventa también frenando a esa mala gente a la que nunca le ha interesado otra cosa que el interés personal. Son malos españoles, porque si algo necesita ahora mismo el campo español, es un gobierno fuerte y respaldado por todos los agricultores para que pueda defender sus intereses contra los poderosos que después de convertir el campo en un desierto, se marcharían a por la siguiente víctima.

Hagamos memoria. El PP y el resto de la derecha intentaron con todos los medios a su alcance tumbar al gobierno de Zapatero. Le dieron al menos unos meses. Contra el gobierno del PSOE y Unidas Podemos van desde antes incluso de que se formara.