Sus primeros pasos en el mundo del crimen fueron una especie de venganza hacia su madre, la cual echó de casa a José Antonio por pegar a su padre enfermo, a partir de ese instante comienza una obsesión por ella.
En su juventud tenía una doble vida, esposo perfecto en casa y violador al acecho en la calle. El 17 de octubre de 1978, fue detenido y debía cumplir 27 años en prisión pero, valiéndose de su carisma y su rostro de buena persona, consiguió que todas sus víctimas le perdonaran a escepción de una de ellas, por ello y por su buena conducta, cumplió sólo 8 años.
Por aquel entonces era conocido como “el violador de la moto”. Su esposa lo dejó y se llevó con ella al único hijo que tenían en común.
Este psicópata sexual cruzó la línea al igual que el violador del ascensor matando a 17 ancianas a las que había violado con anterioridad.
José Antonio estaba muy bien considerado por sus vecinos, quienes decían que era una persona “amable, educada y un gran trabajador”.Nadie sospechaba de él. Pero en uno de los hogares se pudo hallar una tarjeta que contenía los datos de contacto del “mataviejas”.
El 19 de mayo de 1988, José Antonio Rodríguez Vega fue detenido. Cuando la policía registró su apartamento, se topó con una habitación decorada en rojo que revelaba su secreto: una especie de “tienda del horror” donde se encontraban “souvenirs” de todas las víctimas que había cosechado.
Televisores, joyas, anillos, porcelanas y hasta flores de plástico que pertenecían a las ancianas que había asesinado, se encontraban en el cuarto, a modo de fetiche, de recordatorio de sus andanzas.
Murió en prisión en 2002, apuñalado por otros reclusos.
El Mataviejas gráficamente por Quo.