En sus declaraciones, Fernández Martínez resaltó la necesidad de que tanto en el Congreso como en los ayuntamientos, las personas asignadas a estos roles deben estar dedicadas de tiempo completo a la compleja tarea de administrar los recursos de la ciudadanía. «No comparto la idea de que se pueda compatibilizar este tipo de responsabilidades con otras actividades, tan es así que he solicitado una licencia para separarme de mi cargo a partir del primero de febrero», afirmó el diputado, subrayando su decisión de permitir que su suplente asuma el rol, asegurando que son individuos capacitados y listos para desempeñar un buen trabajo.
Fernández Martínez también tocó el tema de la reelección y los procesos electorales, reconociendo que aunque legalmente es posible ocupar un cargo y participar en una campaña electoral al mismo tiempo, personalmente no considera que esta sea la mejor práctica. Según sus palabras, quienes aspiran a un cargo público deben tomar decisiones no solo basadas en la legalidad sino también en la equidad y la justicia.
Además, el diputado hizo énfasis en la transparencia y la claridad que deben mantener aquellos que deciden permanecer en sus cargos mientras están en campaña, destacando la importancia de no utilizar recursos públicos en sus campañas electorales. «Los órganos de fiscalización y otros actores deben estar muy al pendiente para detectar y denunciar cualquier irregularidad», apuntó Fernández Martínez.
En resumen, José Luis Fernández Martínez aboga por una política y una administración pública donde la dedicación total y la transparencia sean la norma, asegurando que los roles de gobierno requieren una atención y compromiso que no debe ser subestimado, especialmente durante los períodos electorales. Su postura invita a una reflexión sobre las prácticas actuales y el marco ético que rige las responsabilidades políticas en México.