José maría paz gago

Por Acalvogalan



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Bio-bibliografía José María Paz Gago nació en Celanova (Ourense), tierra de poetas. Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidade da Coruña, ha recorrido el mundo como profesor visitante y conferenciante en Universidades de cuatro continentes, desde Costa de Marfil y Túnez a México, Estados Unidos, Colombia o Argentina, desde París o Venecia a Chisinau o Nanjing.Autor de numerosas obras académicas, como La estilística (Madrid, Síntesis 1992), Semiótica del Quijote. Teoría y práctica de la ficción narrativa (Amsterdam y Atlanta, Rodopi, 1995), La recepción del poema. Pragmática del texto lírico (Kassel, Reichenberger,1999), La máquina maravillosa. Tecnología y Arte en el Quijote (Madrid, SIAL, 2006) o La revolución espectacular. El teatro de Valle-Inclán en la escena mundial(Madrid y Barcelona, Castalia, 2012).Presente en numerosas Antologías, en su obra de creación destacan los poemarios Manual para enamorar princesas (Madrid, SIAL, 2005), traducido a una decena de lenguas, y Guía de lugares inexistentes (Madrid, Pigmalión, 2011), traducido al francés (París, L'Harmattan, 2011).Poética   Mi poética personal se resume en dos puntos: voluntad de comunicación y voluntad de estilo, marcado por la parodia y la paradoja. Sigo el credo literario de quien fue guía de los jóvenes poetas españoles del pasado siglo, el hoy olvidado Vicente Aleixandre, empeñado en un diálogo franco y abierto con el lector. En su discurso ante la Academia Sueca, el poeta de la calle Velintonia concebía la poesía como una demanda, una solicitación, una interrogación a la que el lector responde y corresponde con su lectura: Hermoso diálogo en que el poeta interroga y el lector calladamente da su plena respuesta. En mis poemas busco la complicidad del lector con referencias a sus vivencias, a las manías y a los tics de la sociedad postcontemporánea, con el guiño humorístico e intencionalmente sorpresivo de la escritura paródica y del pensamiento paradójico.PoemasA las cinco de la madrugadahabíamos decididohacer el amor y la guerra y la colada.
Te  sentaba bienel viento que aireaba nuestras venasde tanto efluvio embotelladoy no querías mirar hacia atrás para no ver a los que caían a nuestros pies,extenuados.
No hablábamospara no distraer nuestra atenciónde tantas actividades programadaspara el resto de la velada.
No sé ni cómo ni porquécomenzaste con aquella letaníade caricias aceradas,de  palabras malsonantesy de versos y toqueteosy refranes obscenosy restos de canciones fragmentarias.
Yo estaba borracho de palabrasque trataba de comprender inútilmentecuando sacaste tu cuchilloamenazantey me heriste con crueldaden lo más profundo del estómago.
En aquel instante del delirio amoroso,que no consiguió apagarni la sangre ni el dolor,encendimos, por fin, la lavadora.
Fugaz,casi como una estrella,pasaste a mi lado.
Imperceptiblee instantánea, nunca volveré a verte.
Tengo al fin una certeza:Era éseel amor interminable.
Tus ojos me miran,quieren perderme.
Tus brazosme cercan,me envuelven.
Yo sé que en tiencontraré la gloria en el infierno.
En el Grand Hotel des Bains se ha detenido el tiempo. La vida ha quedadocongelada para siempreen la pantalla.
La playa sigue allí,con su luz cenicienta,encerrada en esa terrible miradade Aschenbachfascinado por la muerte.
La Quinta de Mahleracompaña las últimas horasdel compositor moribundo, extasiadoen el amor imposible.
El ángulo permaneceigual,inalterable.
Plano  y contraplano.Mortal, el deseoperdida, la mirada.
(de Manual para enamorar princesas, Madrid, Sial, 2005).
En el cementerio de Montparnasseya no viven los poetas.Se han idode alquileral paraíso prometido,un loft con ascensor directoal goce pasajero de la gloria literaria.
Sus almas se pudrenentre los anaqueles blancosde libreros libertinos,en los archivos inexistentesde una computadora imaginaria,entre la hojarascaeruditade una enciclopedia encriptada.
Sus almas han quedadopara siempreenlatadas en discosque compactanletanías de versos obscenos,estrofas libertarias,los últimos poemas en prosade esta generaciónal filo incruentodel olvido.
Sus cuerpos han resucitadosobre las tumbasde un café-cementerioen cuyas lápidasestán grabadossus nombres mortales,atornilladosa estos mármolesque ya han perdido su antigua suntuosidad.
Los domingos por la tardetodas las ciudadesson igualeso distintas.Rincones perdidos,esquinas ocultas,callejones sin citas.
Los domingos por la tardetodo lo inundauna extraña luz vacía,un sol que ciegaa los paseantes moribundos.
Deambulanpor ciudades desconocidas,por rincones olvidados;los domingos por la tarde,todos los seresson noctámbulos.
Los domingosse llenan las ciudadesde paseantes anónimosen busca deese sol frío y claroque todo lo invade.
Las ciudades se quedanvacíasy sólo circulanautómatas sonámbulosa bordo de vehículosno tripulados.
(de Guía de lugares inexistentes, Madrid, Pigmalión, 2011).