Capítulo VII: Tras los pasos de Morphy (II)
Torneo de San Petersburgo 1914 – Fase Preliminar:
Miguel Angel Sánchez nos relata muy bien con todo tipo de detalles como fue aquel gran torneo de San Petersburgo de 1914, donde participaron 11 grandes ajedrecistas de enjundia.
Venían los veteranos maestros ingleses Gunsberg y Blackburne (¡73 años!). De Francia, Janowski. Rusos de la época habían cuatro: Nimzowitsch, Alekhine (¡21 años!), Bernstein y hasta el propio Rubinstein (de origen polaco). Alemania estaba representada por el Dr. Tarrasch y por el entonces campeón del mundo, Emanuel Lasker y el torneo se cerraba con la participación de dos americanos, Marshall de los EEUU y nuestro héroc de estos artículos, Capablanca, de Cuba.
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Eran once jugadores que se iban a enfrentar en un torneo preliminar de todos contra todos a diez rondas. A los cinco primeros el Zar Nicolás II les iba a entregar el pergamino con el título oficial (por primera vez mundialmente reconocido) de “Gran Maestro Internacional” y como premio jugarían un torneo adicional entre ellos a doble vuelta.
La puntuación final de la competición sería la suma de los puntos obtenidos en los dos eventos.
Las partidas se disputarían de 2 a 6 de la tarde y se continuarían desde las 8 a hasta las 11 de la noche.
Vamos a relatar brevemente (dejamos todos los entresijos de la competición para Sánchez) lo que le ocurrió en este fuerte torneo preliminar a Capablanca, el ¡mejor realizado en el mundo hasta aquel momento! (si acaso sólo lo podríamos comparar con el de Hastings 1895 y el del mismo San Petersburgo 1895/1896); porque queremos reflejar lo que va a ocurrirle definitivamente desde entonces al genio en su vida personal, en la “aureola” que llevó siempre consigo, pues entre los grandes campeones ¡no hubo nunca nadie como él!.
Muchos dicen que Capablanca pudo haber sido aún más fuerte de haberse centrado más en el ajedrez, pero entonces, distinguidos lectores, ¡sencillamente no hubiera sido Capablanca! y seguro que ni Miguel Angel Sánchez ni este modesto cronista, ni tantos otros a lo largo de la historia, hubiésemos dedicado gran parte de nuestro tiempo a comprenderlo…
Así, pasamos ávidamente a contarle las vicisitudes de Capa en aquel gran torneo preliminar y el 21 de Abril de 1914 comenzó la 1ª ronda y Capablanca defendió una Apertura de los Cuatro Caballos frente a Nimzowitsch y terminó perdiendo un peón ¡más que entregándolo!, pero se las ingenió para conseguir algo de ataque hasta confundir a su oponente y lograr así la victoria.
En la 2ª ronda nuestro ídolo obtuvo una considerable ventaja posicional sobre la Defensa Petrov planteada por Marshall, pero fue arrastrado por éste a una de sus brillantes combinaciones (!?) que llevó la partida al empate.
La 3ª rueda vió como Rubinstein le ganó en la apertura un peón, pero a partir de aquí Capa se defendió “como un león” y logró obtener las tablas. En la clasificación parcial vemos al cubano a medio punto del primer clasificado, Ossip Bernstein.
La 4ª jornada del torneo fue “día de descanso” para Capablanca y así en la clasificación tiene un punto menos que los ahora líderes, Bernstein, Alekhine y Lasker.
En la 5ª ronda llega el esperado encuentro oficial entre ¡Capablanca y Lasker! que se desenvuelve bajo una gran expectación. Capablanca, con blancas, planteó una Apertura de los Cuatro Caballos que el campeón del mundo no defendió bien y tuvo enseguida que pasar a una penosa defensa con malas perspectivas a largo plazo. Una imprecisión de Capa llevó el cotejo a las tablas. Ahora José Raúl marcha a un punto y medio de distancia del joven Alekhine, que es líder (!?).
6ª ronda. Poco le dura la alegría a Alekhine, porque Capablanca ¡le vence!. Y con negras (!). Se jugó la Variante Steinitz de la Apertura Española con un poderoso sacrificio de caballo que efectúa Capablanca en “g2” seguido por la captura con una torre de un alfil blanco aparentemente bien protegido, situado en “e3”. Aquella fue una preciosa partida que hizo las delicias del público presente y que recorrió ¡de boca en boca! las calles de la ciudad.
7ª rueda. ¡Nuevo premio de belleza para Capablanca! y ¿contra quién?. Pues sí, contra Bernstein, como había ocurrido en San Sebastián 1911 (!?). En un Gambito de Dama Ortodoxo resulta que Bernstein sacrifica erróneamente un peón que provocó entonces una partida rica en combinaciones de Capa que consigue de esta forma una brillante victoria que volvió a ser coreada por todos!. Ahora Alekhine y Capablanca van líderes de la prueba, con 4 ½ de 7 puntos posibles.
8ª ronda. En una Apertura Española, Tarrasch, con blancas, hizo una mala combinación y perdió la calidad. Tuvo suerte cuando la pudo recuperar y el final de alfiles de distinto color le llevó a las tablas. Peligra en esos momentos la clasificación para el torneo final a doble vuelta de los cinco primeros clasificados, del campeón del mundo, Lasker, que va sexto…
9ª jornada y antepenúltima. Capablanca sigue firme y ante la admiración del público, donde habían muchas bellas damas de alta alcurnia (!?), vence a Janowski en la Variante del Cambio de la Apertura Española. Los clasificados hasta entonces para disputar el torneo final serían: Capablanca, Marshall, Alekhine, Bernstein y Tarrasch. De haber acabado así el torneo, veríamos a Lasker, 6º a medio punto del 5º y a Rubinstein 7º a un punto de distancia, ambos eliminados.
10ª rueda y penúltima del Torneo Previo. El veterano Isidor Gunsberg (que había jugado un título mundial frente a Wilhelm Steinitz) le plantea un Gambito de Rey a Capablanca, pero éste lo repele y se impone de forma autoritaria.
Lasker se sube al carro de la clasificación pero el definitivamente descolgado es Akiba Rubinstein que constituye de esta forma la decepción del torneo.
11ª ronda y final. Capablanca consiguió una "fácil" victoria, con blancas, frente a Blackburne en una bonita e interesante Apertura Española.
La clasificación final de este fortísimo torneo preliminar quedó como sigue:
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Insistimos que Miguel Angel Sánchez cuenta todos los entresijos y varias novedades sobre esta competición y de paso vuelvo a indicar aquí que este cronista todavía no ha leído el libro, sólo lo está ojeando para comentárselo a todos ustedes y se reserva el derecho a disfrutar por completo de la lectura íntegra del mismo cuando termine estos artículos, que con toda sinceridad, ¡nunca he sabido cuántos van a ser!.
Pero he querido llegar hasta aquí para señalar algo que considero muy importante en el devenir de la vida del genio.
A partir de aquel gran triunfo, Capablanca adquiere fama en San Petersburgo y su aderezada figura se expande por todos los rincones del planeta, pues todos los grandes aficionados lo ansían conocer.
Capablanca tiene dinero y buena vida.
¡Vive como quiere vivir!. Representa a Cuba, a una isla exótica y atrayente. A todo un gran país que lo utiliza descaradamente de propaganda turística y en las relaciones comerciales.
Las mujeres comienzan a rendirle pleitesía y quedan embriagadas por una figura esbelta cargada de una gran fineza intelectual (!?).
Alguna, hasta pasa por infiel (!?), por estar un rato junto a él. Es la alta sociedad petersburguesa quien lo adora. No pasa desapercibido ante las más bellas damas porque se acostumbra a ser un apuesto galán, bien curtido, listo y dócil. Muchas se terminan rindiendo a sus pies…
A José Raúl Capablanca le va la vida, le va la gente, de aquí y de allá. Le van las cosas que son sencillas de comprender. ¡Juega al ajedrez como juega la vida!.
A sus 25 años y ¿a quién no, así?, le va el ¡amor de verdad!, le va la noche y el tibio sol del amanecer. Le va el paisaje, las golondrinas y el río aquel, pues sus paseos por el Neva acompañado de una bella mujer son continuos…
Las noches de San Petersburgo son para él fiestas de alta sociedad donde siempre es invitado, amenizadas con el son de la música y con bailes engalanados.
Su color moreno de piel, juega también a su favor en aquella tierra eslava.
Pero la realidad es que el ¡mundo se le queda pequeño!.
Una cosa es segura. José Raúl Capablanca quiso desde entonces vivir su vida así, sin más y lo cumplió rigurosamente como señala el “alegre” popurrí de rumbas que sigue:
¡Así fue el maestro y así selló el mito de su invencibilidad!:
(Continuará…)Angel Jiménez Arteagaaarteaga61@gmail.com
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