Luego de ser vendido por sus hermanos, comienza una etapa en la vida de José que estaría caracterizada por momentos de abandono, incomprensión y soledad. Aunque fueron momentos difíciles, el relato bíblico enfatiza una y otra vez “…pero Dios estaba con José…”(Génesis 39:2-3, 21,23)
Hay momentos en nuestra vida donde podemos encontrarnos sumergidos en la soledad y la incomprensión. Somos rechazados por aquellos que más queremos, y todo intento por cambiar esta situación parece ser inútil. Tal vez te encuentras solo luchando, y nadie parece acompañarte en el camino que te conduce a tus sueños, sin embargo no estás solo, Dios está contigo. Y aunque en tu mente no puedas comprenderlo, esto es parte del proceso permitido por Dios para enseñarte a depender solo de Él.
Que buenas son las palabras de ánimo, y el buen consejo de un amigo en momentos de dificultad, son medicina a nuestros huesos…aunque no podemos depender solo de ello para estar motivados y concretar nuestros sueños, necesitamos aprender a depender de Dios.
Si quieres disfrutar la plenitud de Dios en tu vida, deberás transitar caminos de soledad. A veces debemos quedarnos solos para aprender a depender únicamente de Dios, así como José, al ser despojados de las cosas y las personas en las que nos apoyamos, estamos forzados a poner toda nuestra confianza en Dios. Suelta las personas y las cosas; aférrate a Dios, él no te defraudara.
Esta lección es en ocasiones la más difícil de aprender, pero una de las más necesarias para nuestro crecimiento y desarrollo espiritual, por tanto Dios no escatimara esfuerzos, a fin de que la aprendamos y seamos aprobados.
Dios puede cambiar tu circunstancia negativa y transformarla en una situación positiva.
Pero para que esto ocurra es necesario que seas fiel durante todo el proceso. Imagínate que hubiera sucedido si José permitía que la falta de perdón y la amargura contra Dios y su familia tomen el control de su corazón. Esta historia no tendría un final feliz. Fue la fidelidad de José durante el proceso lo que le permitió a Dios llevar a cabo sus planes. “vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encamino a bien…”(Génesis 50:20)
Muchas veces es difícil creer que Dios utiliza y obra a través de las circunstancias negativas de la vida. Cuando somos traicionados o heridos intencionalmente por las personas que están a nuestro lado, o más aun, por aquellos que ocupan un lugar en nuestro corazón, un sentimiento de frustración opaca nuestra confianza en la fidelidad de Dios. Pensamos “¿porque El permitió que esto sucediera?… ¿acaso Dios no sabía que iba a suceder? Cuestionamientos como estos se apoderan de nuestros pensamientos y perdemos la confianza en el interés y la preocupación de Dios hacia nuestras vidas.
Cuando estos sentimientos y pensamientos quieran hacerte dudar de la fidelidad y el amor de Dios hacia ti, recuerda la historia de José, pues con todo el rechazo y abuso que el experimento por parte de sus hermanos, Dios nunca lo abandono, al contrario, utilizo esas circunstancias para llevar a cabo su plan divino. Si respondes correctamente, el abuso, la traición, y las malas intenciones de la gente, pueden ser utilizados por Dios para llevar a cabo sus planes y elevar tu vida a un nuevo nivel.