«Estas meditaciones pudieran absolutamente desarrollarse de dos modos. Uno sería la exposición objetiva, imparcial de las varias opiniones [acerca de las diez cuestiones mencionadas], sin que el autor dejara traslucir la suya propia. La otra consiste en tomar desde el principio una posición determinada y, desde ella, discutir los problemas y sus soluciones. Yo he escogido adrede este segundo método, y eso por la sencilla razón de que el primero me parece imposible. En mi opinión, no existe ni puede existir en absoluto una exposición objetiva de los problemas filosóficos fundamentales. [...] Esta serie de meditaciones ha venido a ser [...] la exposición muy esquemática, pero en muchos puntos de muy clara, de una filosofía, de aquella filosofía que yo tengo por verdadera».Una interesante declaración, y honesta también, hecha desde el mismo inicio de estas breves páginas, en su introducción. De este modo, el lector hallará de mano de Bocheński ciertas herramientas necesarias para afrontar las tantas y tan diferentes posiciones frente a las cuestiones filosóficas más absolutamente necesarias; herramientas que quizá el lector menos formado jamás sacaría por sí mismo (pienso en un lector que se introduce en materia filosófica). Desde ahí, el buen hacer de Bocheński no es el de aleccionar al rebaño, sino el de quien invita al descubrimiento personal por parte del lector, tanto desde dentro de sus páginas como por ser una excelente lanzadera hacia más lecturas de índole filosófica.Joseph (Jósef) Maria Bocheński, Introducción al pensamiento filosófico, Herder, Barcelona 2006 (1ª edición, 16ª reimpresión), ISBN: 84-254-0906-3
El libro de la semana:Joseph Maria Bocheński o.p.Introducción al pensamiento filosófico
Mis alumnos de primer curso de bachillerato tenían este libro como lectura obligatoria. De pocas páginas, su lectura suponía un pequeño reto para aquellos adolescentes y, dicho sea de paso, la obra del filósofo dominico también servirá a muchos legos para afrontar algunas cuestiones que todo hombre sensato ha de plantearse con seriedad a lo largo de la vida. Tales cuestiones son diez en total, una para capítulo del libro. Por este orden, Bocheński expone sus razonamientos acerca de la ley, la filosofía, el conocimiento, la verdad, el pensamiento, el valor, el hombre, el ser, la sociedad y lo absoluto. Cada capítulo puede leerse por sí mismo, pues se presentan a modo de breves exposiciones unitarias, si bien es cierto que, tras su lectura, una mirada conjunta de las cuestiones abre nuevas posibilidades de comprensión y de reflexión. ¿Cómo, por otra parte, iban a ser independientes la cuestión de la verdad y del conocimiento, del hombre y de la sociedad, cuando es claro que de por sí todas ellas se reclaman mutuamente?El estilo no es otro que el de quien está hablando y exponiendo su saber ante un auditorio o un aula llena de alumnos. Y no podía ser de otra manera, dado que en realidad esta Introducción al pensamiento filosófico no es sino el resultado editorial de diez conferencias que Bocheński pronunció en la Radio de Baviera: Su contenido es muy popular, afirma a la sazón el propio autor. Cada lección estaba pensada para ser leída de viva voz en no más de veintisiete minutos.He mencionado ahora mismo la cuestión del estilo de las conferencias, estilo que corresponde en este caso a quien está dirigiéndose a unos oyentes exponiendo su saber. En el caso de Bocheński la cosa referente a su saber está más allá de toda duda: filósofo, historiador de la lógica, teólogo y sovietólogo; profesor en el Instituto Angélico de Roma y de las Universidades de Cracovia, Friburgo y California; director del centro de Estudios Europeos Orientales y fundador en Frigurgo del Ost-Europa Institut, cuyo fin es el de estudiar la filosofía contemporánea soviética. Y dejando aparte ahora todo este recorrido vital y docente del autor, este punto, el de estar exponiendo un saber, adquiere en estas breves diez lecciones el carácter personal de quien hace su exposición dejando traslucir la propia opinión −deliberadamente−. Como afirma Bocheński: