Joseph Campbell.Las máscaras de Dios.Mitología oriental.Traducción de Belén Urrutia.Atalanta. Gerona, 2017.
“Al mundo moderno han llegado dos mitologías totalmente opuestas del destino y la virtud del hombre, que contribuyen conflictivamente al proceso de creación de toda nueva sociedad. Pues del árbol que crece en el jardín donde Dios pasea al fresco del día, los hombres sabios al oeste de Irán han probado la fruta del conocimiento del bien y del mal, mientras que los que están al otro lado de esa linde cultural, en la India y en Extremo Oriente, sólo han saboreado la fruta de la vida eterna. No obstante, se nos dice que los dos miembros se unen en el centro del jardín, donde forman un solo árbol cuyas ramas se bifurcan cuando alcanzan cierta altura. De la misma forma, las dos mitologías hunde sus raíces en Oriente Próximo. Si el hombre probara ambos frutos, se convertiría en Dios mismo (Génesis 3, 22); esta es la gran posibilidad que nos ofrece hoy el encuentro de Oriente y Occidente”, escribe Joseph Campbell en Mitología oriental, el segundo volumen de Las máscaras de Dios, que publica Atalanta con traducción de Belén Urrutia.
Campbell trabajó durante doce años en Las máscaras de Dios, que sería su obra central y que planteó como una “historia natural de los dioses y los hombres”, como un monumental estudio de mitología comparada que publicó entre 1959 y 1968 en cuatro tomos centrados en los mitos primitivos, orientales y occidentales y en la mitología creativa.
Escrito en 1962, este segundo volumen, Mitología oriental, ofrece una nueva edición revisada por la Fundación Joseph Campbell y explora el desarrollo de la mitología oriental en diversas culturas como la mesopotámica, egipcia, india, china y japonesa.
Originados en el Oriente Próximo y luego separados entre lo oriental y lo occidental, mitos como el del eterno retorno, la muerte y la regeneración que dan lugar al interminable ciclo de la vida; imágenes y símbolos presentes desde Mesopotamia en las escenas alegóricas de los sellos sumerios; personificaciones del conflicto cósmico entre lo claro y lo oscuro, entre eros y tánatos, entre el yang y el yin del taoísmo.
A través de epopeyas y leyendas, de construcciones y grabados se exploran en estas páginas los dos grandes motivos que se manifiestan en las distintas mitologías: el asombro y la salvación, los mitos de la creación, la caída y el diluvio o imágenes como la del primer ser dividido en dos, los arquetipos básicos de la agresión y el deseo o la escisión de lo humano y lo divino.
Campbell reconstruye así la atmósfera del mito en las tumbas egipcias y los ritos funerarios y explora las mitologías de la India desde el Valle del Indo en la India antigua a la Edad de Oro, pasando por la India budista del nirvana y la vía del placer; o los mitos de Extremo Oriente: de China, entre el sistema de Confucio y la filosofía del Tao; de la mitología japonesa entre la edad de los espíritus y la vía de los héroes o del Tíbet y la nueva felicidad del budismo.
“Su principal resultado para mí ha sido la confirmación de una idea que he mantenido larga y confiadamente: la unidad de la raza humana, no sólo en su historia biológica sino también en la espiritual” escribía Joseph Campbell en un texto elaborado a la conclusión de Las máscaras de Dios, que figura como Preámbulo de este segundo volumen.Santos Domínguez