La sala de juegos de Kevin Flynn (Jeff Bridges) pertenecía a otra época. Un tiempo donde el entretenimiento estaba dominado por los videojuegos arcade clásicos, con baja calidad gráfica pero muy adictivos. Más de 20 años después de su cierre, el hijo de Flynn, Sam (Garret Hedlund), entra en ese museo de los videojuegos intrigado en saber de dónde podía haber salido una misteriosa señal de aviso. No es de extrañar que, cuando conecta la electricidad, la música que suena en un antiguo jukebox sea la de la época en que el local vivió su plena efervescencia: los inicios de la década de los 80.
La canción que suena, en primer lugar, tiene el enorme valor de contribuir a ponernos inmediatamente en situación. Uno de los grupos más representativos del rock de los 80 fue Journey. Y la pieza que reproduce es una de las más importantes de su discografía: "Separate Ways (World's Apart)". Una canción que en su título simboliza, además, la situación real que se vive en la película con la separación, teóricamente definitiva, de un padre y su hijo.
La banda Journey se fundo én 1973 en San Francisco aunque vivió su mejor momento creativo y artístico entre 1980 y 1983. Pocos grupos representan mejor el estilo de sonido del rock en los ochenta: contundente pero no escaso de melodía, harmónico y directo, con unos estribillos o leitmotivs que parecen ser indemnes al paso del tiempo.
Con la inconfundible voz rockera de Steve Perry, Journey lideró las listas de éxitos a principios de los ochenta con canciones que, en algunos casos, se han convertido en himnos. He seleccionado clásicos como el "Any Way You Want It" (votada como una de las mejores canciones rock de la historia por la VH1), "Don't Stop believin'", "Stone in Love", y por último una balada: "Faithfully".
Journey se separó en 1987 y, aunque volvió a reunirse en 1995, ya no ha podido reverdecer los laureles de sus anteriores éxitos. Se mantienen, en un segundo plano, con giras constantes por Estados Unidos que permiten mantener vivo el espíritu de su música aún cuando ya no cuentan con la característica voz de Steve Perry, que abandonó definitivamente la banda en 1998.
Os dejo, pues, con estas grandes canciones que gustarán especialmente a aquellos compañeros de generación que crecimos con un sonido que muchas veces echamos en falta en el panorama musical actual.