Joven Dolores llevan ya unas semanas recorriendo España para presentar las canciones de su nuevo disco, titulado 'Un segundo'. Y este fin de semana llegan a la sala Nazca de Madrid, donde se encontrarán con su gente el viernes 19 de febrero. Charlamos con David Serra (voz) y Joan Barbé (guitarra) para conocer el momento de la banda ibicenca.
Hola, Joven Dolores. Estáis presentando ya al fin 'Un segundo', un disco que tuvo que esperar para ver la luz
David: Así es. Lo gestamos durante la pandemia y lo tuvimos aparcado unos cuantos meses. Pero cada poco íbamos desgranando alguna canción para que el grupo estuviera vivo y la gente lo viera. Al final lo parimos y lleva ya tres meses en el mundo.
Joan: A mí me costó la espera. Puedes esperar un par de meses mientras preparas la distribución y demás, pero este disco estaba grabándose en marzo de 2020, cuando nos confinaron, y lo terminamos en abril. Y acabó saliendo en octubre de 2021. Fue un año y medio de espera y yo ya ni lo escuchaba porque no quería quemarme.
David: Ahora la escucha es compartida con la prensa y con el público, y eso es bonito e interesante. Disfrutamos de la respuesta de la gente.
¿Este es un disco de rock o de pop?
David: la base es bajo, guitarra y batería con ritmos contundentes. Pero tiene también elementos pop para que sea masticable.
Joan: si al que pregunta le gusta el mainstream diremos que es pop-rock. Si le va el rollo alternativo diremos que es indie. Y si más cañero diremos que es rock duro melódico. La etiqueta que la ponga el que escucha
David: Si no estás en la radiofórmula y eres un artista de pop latino ya casi todo se va al saco del indie. Y no lo digo yo, lo dicen los que se dedican a esto. Antes indie eran Los Planetas cuando empezaron y cuatro más, pero ahora el espectro es mucho más amplio.
Joan: incluidos artistas que están con multinacionales, que son la antítesis del significado de indie.
David: indies en una multinacional, es que eso toca los huevos
Joan: es como cuando compras unos pantalones rotos en Berskha por 40 pavos, jaja.
Las letras de las canciones recorren y transmiten muchas y muy diversas emociones.
David: Este disco es como un día cualquiera para alguien. Que tienes un rato que estás muy bien tomándote una cañita disfrutando, pero luego pisas un charco y te mosqueas o te pones melancólico. Estas canciones son pequeñas cápsulas de emociones que en cada momento tienen su importancia por sí solas. Le damos vida propia a cada tema, intentando casarlo con el sonido del conjunto. Son sensaciones varias que tienes durante un día.
No lo parece para nada, jaja, muy buena esa. ¿Y qué tal está siendo la respuesta del público?
David: Muy buena. Ver crecer un disco es un proceso interesante y bonito porque es como nuestro bebé. Es fantástico ver cómo las canciones van respirando solas de una manera que no esperas.
Volvéis a Madrid este viernes. ¿Qué tal os va con esta ciudad?
David: En Madrid llenamos la Sala Cero la última vez. Unos meses antes habíamos llenado el Café La Palma, así que estamos encantados porque notamos que en Madrid se nos quiere. Nos encontramos como en casa.
Así de memoria, sois la única banda de Ibiza que conozco. No hay muchas, ¿no?
Joan: No hay muchas, no. La única banda que salió fuera, fichó por una multi e hizo giras fue una anterior en la que estábamos que se llamaba Estatuas de sal. Lo digo con toda objetividad, es que no había más. Pero ahora sí hay cierto movimiento, hay bandas que salen, como Morning Drivers.
David: nosotros queremos salir de Ibiza. Queremos expandirnos y ser universales.
Cuanto más lejos mejor
Joan: seguimos siendo independientes pero tenemos una agencia de promo, una distribuidora digital y una oficina de management. En cuanto podamos queremos ir a México a ver qué pasa. Igual que cuando vinimos la primera vez a Madrid y no nos conocía ni dios.