Pero como aquí no se viene a estar callado, ahí va más o menos lo que he sacado en claro:
Artista polifacético, intelectual inquieto, subversivo y plural como pocos, se convirtió a finales de los 60 en un referente musical y cultural, que utilizó su obra con la intención de romper todos los convencionalismos y de agitar las rancias conciencias que pululaban tanto en Cataluña como en el resto de España.
Para todos los interesados, en 1992, la discográfica PDI tuvo la gran idea de reeditar los dos volúmenes originales de Dioptría, que hoy día está considerado por la crítica musical como uno de los mejores discos registrados en lengua catalana.
Por último sólo me queda añadir una cosa: que los imbéciles de los políticos, con sus constantes intentos de enfrentar lingüísticamente a todos los ciudadanos para cegarnos y así obtener los mayores beneficios electorales posibles, no nos impidan disfrutar de esta maravilla titulada “Kithou”: