Y es que los estudiantes tienen una responsabilidad adicional porque son ellos los más aptos para comprender los fenómenos económicos y sociales, porque la realidad para ellos está más cerca de la verdad y pueden ayudar al pueblo a que también la vea. Porque ellos aman la calle y con sus manos al aire pueden mostrar al mundo que la razón al final triunfará sobre la sinrazón, la palabra sobre la violencia, y el progreso sobre el anacronismo de este sistema.
Y si los estudianes no lo hacen porque están más preocupados por el botellón y la macrofiesta, lo tendremos que hacer los que alguna vez fuimos estudiantes y los que no hemos decidido convertirnos en borregos.