Joy Division – Unknow Pleasures

Publicado el 08 noviembre 2011 por Jordiguzman

Repito post – publicado en septiembre de 2010 – pues SoundCloud me ha borrado los temas (cosas del copyright). Ahí va.

Me acuerdo perfectamente cuando me compré este álbum, y lo recuerdo más que nada por la conmoción que me provocó su escucha. Nunca había oído algo parecido; no era punk, no era new wave, no era pop (aunque algo tiene), era una música que no se había oído antes, más adelante lo llamaría post punk La batería sonaba en algunos temas como si de una caja de ritmos se tratase, la caja, el bombo y los timbales llevaban unos efectos que no eran nada habituales, el bajista tenia la tendencia de tocar en los trastes agudos haciendo frases como si de una guitarra se tratase, las guitarras eran algo caóticas y en algunos momentos la armonía entre bajo y guitarra chirriaba un poco, algo disonante, y por encima de todo ello la profunda voz de Ian Curtis.

Los temas eran oscuros, extraños, el elepé tenia un aire de absoluta novedad empezando por la misteriosa y oscura portada en donde se veían unas enigmáticas lineas onduladas que en aquella época lucían como una novedad generada por ordenador, una portada sin título ni créditos. En realidad (y esto lo he sabido mucho más tarde) esas lineas representan los 100 primeros pulsos de el primer pulsar descubierto: el PSR B1919+21 en 1967.

Joy Division, un nombre que por entonces suscitó algunos malentendidos sobre la ideología de los miembros de la banda (Joy Division fue el nombre que dieron los nazis a un grupo de mujeres judías obligadas a ejercer de prostitutas en algunos campos de concentración), editó Unknow Pleasures en 1979 uno de los mejores álbumes de debut de todos los tiempos, no solo por la calidad de los temas (hay que ser francos y reconocer que no eran los mejores instrumentistas) sino por la manera completamente original de tocarlos, de estructurarlos y de proponer armonías y juegos guitarra-bajo inauditos. Un disco imprescindible. Podéis escuchar casi todos los temas del elepé en Spotify y el disco entero en Grooveshark.