He tenido la fortuna de ver JOYÀ, del Cirque du Soleil, en tres ocasiones y definitivamente creo que ha cambiado. No puedo decir que una versión sea mejor que otra, todas han sido sorprendentes y sólo sé que esta última me ha parecido la más emotiva.
Vi JOYÀ por primera vez poco después de su estreno y creo que entonces me enfoqué mucho en analizar, recordar y apreciar las acrobacias; y aunque la cena me pareció extraordinaria, acepto que fui más en una postura analítica que de disfrute.
La segunda vez que vi este espectáculo del Cirque du Soleil fue en su primer aniversario, definitivamente me encantó y creo que entonces puse especial atención a todo el aporte artístico de la cena, entre otras cosas. Para entonces tenía un par de actos diferentes a la primera versión y eso hizo que fuera como otra “primera vez”, aunque en esencia fuera el mismo JOYÀ.
Ahora JOYÀ ha cumplido dos años de representaciones en la Riviera Maya, con un gran éxito porque su promedio de venta de entradas es del 92%. Y es que quién no conoce al Cirque du Soleil. Es verdaderamente un orgullo que el circo más importante del mundo haya elegido este destino de México para tener un espectáculo fijo.
Mi viaje para festejar a JOYÀ Cirque du Soleil en este cumpleaños comenzó para mi un día antes, cuando viajé a la Riviera Maya. Me hospedé en el enorme hotel The Grand Mayan y tuve tiempo de pasarla increíble y comer riquísimo en sus restaurantes.
Pero el punto más importante de este viaje era tener la gran fortuna de ver nuevamente JOYÀ, con sus novedades. Tiene actos nuevos que sustituyen a otros, y esto se debe a que así el espectador puede volver y siempre tendrá una experiencia diferente. Otro punto muy importante es la cena, que mantiene el concepto pero han cambiado un poco los platillos. Repito, no puedo decir si es mejor, porque la anterior también era extraordinaria.
Les recuerdo que durante el espectáculo, los espectadores puedes deleitarse de Mercier, de Moët & Chandon; y que este es el único lugar en todo México donde se sirve esta fabulosa champagne.
Como les decía, la cena mantiene el mismo concepto de tres tiempos: Natura, Arto y el postre… o más bien, los postres que AMO!
Natura es la entrada que es una obra de arte, hasta se la piensa uno para comerla, pero recién das el primer bocado, encanta y continúas. Arto es el plato fuerte, del que elegí salmón, que estaba delicioso. De los postres ya les dije que los amo, verdad? Son 4 y entre ellos hay crème brûlée y cheesecake.
El teatro, como lo he comentado anteriormente, me parece que es el más bonito que le he visto al Cirque du Soleil, está lleno de detalles, colorido y alegría. Y como mencioné al inicio de este post, creo que ahora que entiendo mejor la historia, y quizá por la misma situación de mi país, me ha parecido mucho más emotiva.
JOYÀ es una enorme muestra de acrobacia y música, en un teatro asombroso (Teatro Vidanta) y con una fabulosa cena; todo ello en conjunto crean un espectáculo imaginado y único, que está aquí, en México para orgullo de los mexicanos.
Es realmente muy recomendable ir a verlo en tu siguiente visita a la Riviera Maya, y recuerda que no se trata de un show con cena, sino que la cena es parte del show y todo junto cuenta una historia que más que un espectáculo es una caricia para todos los sentidos.
IMPORTANTE: También hay la opción de adquirir entradas para ver solamente el espectáculo; o bien, entradas que incluyen champagne, canapés y chocolates.
Como era día de fiesta por el Segundo Aniversario de JOYÀ Cirque du Soleil hicieron este Mannequin Challenge, en el que participamos todos. Quedó padrísimo!