Superados los cuarenta le llegó la fama a Jean-Marc Vallée. Actor, director, productor y guionista canadiense, el padre de “C.R.AZ.Y.”, la legítima heredera del espíritu mágico de “ Amélie ”. Su historia familiar de cinco hermanos complementarios, que escuchan a Bowie y Aznavour triunfó en su país pero también lo hizo en media Europa, España incluida.Tras mantener el listón alto con "La Reina Victoria," el realizador canadiense se embarca ahora en una aventura sobrenatural con una (posible) nueva joya presentada a concurso en los Venice Days del Festival de Venecia. Ante una sala abarrotada fue despedida con sonoros aplausos por parte del público gracias a una película inusual, ligera, conmovedora, más allá del tiempo y de la lógica, que además cuenta con una estelar Vanessa Paradis y un abrumador reparto musical. Así suena "Cafe de flore."
¿De que va?
La película sigue dos historias paralelas -una en 1960, la otra en el presente- relacionadas por una misma canción. Una de ellas retrata la vida de una mujer con su hijo que padece síndrome de down, mientras la otra sigue a un padre DJ de Montreal y a una mujer. Dos personas que en dos eras diferentes viven dos momentos de pasión extraordinarios que agita sus vidas.
¿Quién está detrás?
Lo dicho, el responsable de "C.R.A.Z.Y" y "La Reina Victoria," Jean Marc Vallée
¿Quién sale?
Interpretada, además de por la esposa de Johnny Depp, por el cantante canadiense Kevin Parent, por primera vez en la gran pantalla, y por las hermosas y etéreas Hélène Florent y Evelyne Brochu.
¿Quién suena?
Grupos como Sigur Ros, Cure, Led Zeppelin o Pink Floyd. La idea de la película nace precisamente de la canción: "Café de Flore", de Matthew Herbert, explica el director. “Me he imaginado un hombre que adora esta canción y la escucha sin parar, y, a partir de ahí, una loca historia de amor y de reconciliación.”
¿Qué es?
Una extraordinaria y sobrenatural odisea de amor.
¿Qué ofrece?
"El montaje, obra del propio realizador durante 22 semanas, no sigue una lógica precisa, sino que salta de una época a otra sin ningún nexo aparente, guiándose por las emociones. Se trata de una obra no lineal, carente de estructura, lo cual podría dificultar la conexión con el espectador, pero lo atrapa, precisamente gracias al flujo de emociones contrarias, donde el amor (tanto el de pareja como el materno) muestra sus lados maravilloso y cruel, la felicidad de una persona que genera dolor en otra, la tristeza de una separación que es el reverso del alborozo por una pasión naciente." Cineuropa