Llanto de los olivos
Yo he visto llorar a los olivos de mi tierra
No estoy loco:
los he visto llorar en primavera.
con toda su flor blanca,
abierta,
convidando al pobre labrador
a poseerla.
¡Ay, que hermosura derrochan
y qué pena!
Olivos andaluces de mi alma
de poeta
centenarios y abuelos míos
que esperan
bajo ese cielo azul e intenso
la huella noble
del campesino desheredado.
Cuando muera,
enterradme en estos campos desolados,
sin más reseña
que una rama de verde olivo
y las sincera lágrimas
de unos humildes jornaleros
que bien me quieran.
Juan Bernaza Castro
La puebla de los Infantes (Sevilla)
@Pernía, Núm 8, Mayo 1985
A Sevilla, amante fugitiva
Meditación histórica
He abierto mi balcón en agonía
ante este albor, no sé si amanecido.
La noche quedó atrás, amada mía,
no dejes a tu amante desvalido.
Mi corazón, marchito en fantasía,
no encuentra resquicio para el olvido.
¿Ya no te acuerdas del beso que un día
en nuestro cielo azul quedó prendido?
Si Dios te reclama para dejarme,
¡ay!, ¿qué es entonces mi alma enamorada?
¡Qué pobre me debato en el dolor!
Sé que moriré si rehusas amarme.
A un sevillano de frente lunada
tan sólo puede matarle el amor.
Juan Bernaza Castro
POESIA
La Puebla de los Infantes (Sevilla)
@Pernía, Núm 9, Junio de 1985 Edita y Dirige: Froilán De Lózar