Al P. Eulogio Pacho
In memoriam
Este jueves 1 de febrero, nos dejaba en Burgos el P. Eulogio de la Virgen del Carmen (Pacho Polvorinos), ocd, nacido en julio de 1926. Para todos aquellos que se hayan acercado al estudio de S. Juan de la Cruz, el nombre de Eulogio Pacho evoca una figura de referencia. Autor de incontables estudios sobre el santo, director del Diccionario de S. Juan de la Cruz, fue también editor de sus obras. A él le dedicamos este breve escrito, basado en uno de los muchos trabajos que publicó en la revista del Teresianum, y que se encuentran disponibles para su lectura en la página web de la Revista.
En 2018 se cumplen 400 años de la primera edición impresa de las obras de S. Juan de la Cruz (Alcalá, 1618). Fallecido el místico y poeta carmelita el 14 de diciembre de 1591, sorprende el retraso en la aparición de esta primera edición, así como el hecho de excluir de ella la más popular de sus obras, el Cántico Espiritual.
Copias manuscritas de los escritos sanjuanistas circularon desde el primer momento. Se han recogido quejas de admiradores y discípulos del santo, porque, al copiar, se adulteran las palabras del autor. Así, Gerardo de la Concepción, se lamenta:
«Les pesa a algunos de Nuestra Religión por no haberlos imprimido [los escritos del Santo], para que no los adulteren de mano en mano».
En realidad, el Definitorio de los carmelitas descalzos decidió iniciar los trabajos de edición de las obras ya en 1601. Se encarga esta tarea a dos definidores, Juan de Jesús María y Tomás de Jesús. Dos años más tarde, se da licencia este último (el primero parece quedar apartado) para que proceda a la impresión de las obras.
Sin embargo, Tomás de Jesús, que cesaría como definidor y pasaría al desierto de las Batuecas, no parece llevar a delante el trabajo encomendado.
Ya no hay menciones acerca de este empeño en sacar a la luz las obras del santo hasta que, en 1617, el Definitorio general, en Vélez-Málaga, recoge en acta: «dio licencia para que se impriman las obras de N. S. P., fr. Juan de la Cruz, —habiéndose primero mostrado al Doctor Montesinos y al padre fray Juan González, dominico, catedrático de Prima de Alcalá, y al P. Suárez, de la Compañía, catedrático de Coimbra, para que los vean y censuren».
El responsable de la edición fue el P. Diego de Jesús (Salablanca), prior de los Carmelitas Descalzos de Toledo.
Aunque poco después fallecía del doctor Francisco Suárez, uno de los encargados de la censura de las obras, no por ello se paralizó, en este caso, la tarea. Así, la Licencia de impresión que el P. José de Jesús María, General de los Carmelitas Descalzos de la Congregación de España, da al procurador general de la misma Congregación, fray Luis de San Jerónimo, lleva fecha de 4 de febrero de 1618. La dedicatoria de las obrasa Don Gaspar de Borja lleva fecha más tardía, del 30 de octubre de ese año.
Respecto a la fecha exacta de la publicación del volumen, que se tituló Obras espirituales que encaminan a una alma a la perfecta unión con Dios, Eulogio Pacho escribe:
«Durante los doce meses del año fueron reuniéndose las aprobaciones, censuras, licencias y demás trámites necesarios, culminados en la Fe de erratas, registrada notarialmente el 14 de diciembre. A caballo entre 1618 y 1619 iniciaba su carrera editorial el Senequita de santa Teresa».
En efecto, aún más tarde que la Fe de erratas, aparece fechada la Tasa, en la que se estipula que el libro se venda a 400 maravadís cada ejemplar: 19 de diciembre de 1618.
Recordamos que la edición salía a la luz sin el Cántico Espiritual. Se ha intentado ofrecer toda una serie de hipótesis sobre la razón de esta exclusión: prevención ante el Santo Oficio —por tratarse de un tema delicado como es de los Cantares, que está en la base del poema—; dificultades derivadas de la existencia de dos versiones del Cántico, con distinto número de estrofas y ordenación diferente… Por último, el hecho de que el Cántico estuviera vinculado a la figura de Ana de Jesús, carmelita descalza declarada rebelde por la jerarquía de la Orden.
Detrás del retraso editorial, y posterior estancamiento de todo lo referente al santo (otras ediciones, biografías, procesos…) parece estar el que fuera padre general en dos sexenios: 1607-1613 y 1619-1625, fray Alonso de Jesús María. La razón que Eulogio Pacho da para este desinterés radicaría, precisamente, en ser fray Alonso proclive a la línea doriana.
El Cántico terminaría publicándose antes en francés (París, 1622) y en italiano (Roma, 1627) que en su lengua original española (Bruselas, 1627). En España, las obras del santo con la inclusión del Cántico saldrían en 1630.
Invitamos a leer este artículo del P. Eulogio Pacho, donde figuran todos los avatares de esta compleja historia, y del que hemos extraído la información para este artículo.
PACHO, Eulogio, «Primeras ediciones del Cántico Espiritual» en Ephemerides Carmeliticae, 1967 18, 1, 3-48
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