Enrique VII de Inglaterra
Podría sonar extraño que un español se convirtiese en rey de Inglaterra, pero aún más extraño y absurdo nos sonaría si ese español fuera de Lepe. No estamos acostumbrados a que los leperos salgan del mundo del chiste y den un salto a la Historia con mayúsculas, por mucho que sus habitantes hicieran logros por conseguirlo. En efecto, hoy os traemos una historia que parece sacada de un chiste y que, sin embargo, es real como la vida misma, la historia de Juan de Lepe.Juan era un marino humilde nacido en la localidad de Lepe (Huelva). Pese a su humildad o quizás gracias a ella y a sus viajes, conoció al mismísimo rey de Inglaterra, Enrique VII, al que, por alguna razón que desconocemos, cayó especialmente en gracia. Juan se convirtió en seguida en uno de los mayores confidentes del monarca, quien lo invitaba constantemente a comer, jugar partidas de cartas y demás pasatiempos.Un día Enrique estaba disputando una de esas partidas de cartas con el marino andaluz, cuando este le retó a aumentar la apuesta, que normalmente no solía sobrepasar de unas cuantas monedas. Tan seguro estaba el rey de su victoria, que apostó el trono de Inglaterra durante un día. Imaginamos las risas que debió haber durante la partida, pero sobre todo el silencio cuando el lepero se hizo con la victoria contra todo pronóstico.Y de nuevo contra todo pronóstico, el rey cumplió su palabra, y un día del que no tenemos constancia exacta, entre finales del siglo XV y principios del XVI, el humilde Juan de Lepe fue "coronado" como "the little king of England" (al parecer la guasa andaluza se había contagiado al monarca británico). Todo parece indicar que los leperos, pese a la fama que deben a los chistes, de tontos tienen más bien poco, y Juan no se conformó con los honores de su título por un día, y se encargó de dejarlo todo "atado y bien atado" en ese único día para garantizarse un futuro que poco tuviera que ver con sus orígenes plebeyos. Así, durante ese día, se hizo con toda una serie de privilegios y beneficios que le hicieron regresar a Lepe en 1509 revestido de toda clase de lujos. De hecho, son muchos los que atribuyen el origen de la expresión "saber más que Lepe" a este señor, aunque otros lo atribuyen a Pedro de Lepe, obispo de Calahorra y la Calzada.A su regreso, uno de los gestos del entonces rico Juan de Lepe fue una donación al convento franciscano de Nuestra Señora de la Bella. Allí se hallaba una de las principales fuentes para esta historia, sin embargo, el convento fue destruido en el siglo XIX. No obstante, nos queda el testimonio del padre Gonzaga, que en una crónica del siglo XVI reproduce lo siguiente:En la Iglesia de este convento (Ntra. Sra. de la Bella) aún se ve el sepulcro de cierto Juan de Lepe, nacido de baja estirpe del dicho pueblo de Lepe, el cual como fuese favorito de Enrique VII rey de Inglaterra con él comiese muchas veces y aun jugase, sucedió que cierto día ganó al rey las rentas y la jurisdicción de todo el reino por un día natural, de donde fue llamado por lo ingleses el pequeño rey. Finalmente, bien provisto de riquezas y con permiso del Rey volvió a su patria nativa y allí después de haber vivido algunos años rodeado de todos los bienes y elegido su sepultura en esta iglesia, murió. Sus amigos y parientes grabaron esta historia en lugar de epitafio, la cual quise yo, aunque no parece a propósito de esta Historia, dejarla como un recuerdo de este lugar”.
Pese a lo desconocido de esta historia, en la actualidad existe una calle en el centro de la localidad de Lepe que lleva su nombre.
- GONZAGA, F. (1583): Origine Seraphicae Religionis, Extypographia Basae.
- ORTEGA, Á. (1925): "De la España clásica. Juan de Lepe, el pequeño Rey de Inglaterra." La voz de San Antonio, XXXI.
- SANZ, J. (27/06/2011): "El lepero que fue «rey de Inglaterra» por un día", en ABC, Madrid.