Juan Goytisolo.
Ensayos literarios (1967-1999).
Obras completas VI.
Edición del autor al cuidado de Antoni Munné.
Galaxia Gutenberg / Círculo de lectores. Barcelona, 2009.
Galaxia Gutenberg publica el sexto volumen de las Obras Completas de Juan Goytisolo con una recopilación de más de mil quinientas páginas que recoge todos sus ensayos literarios, escritos entre 1967 y 1999.
Entre Furgón de cola y Cogitus interruptus, libros como España y y los españoles, Disidencias, Crónicas sarracinas, Contracorrientes o El bosque de las letras resumen la biografía intelectual de Goytisolo, su canon intelectual entre San Juan de la Cruz y José Ángel Valente, su reivindicación de la libertad y la heterodoxia en una tradición que arranca de Rojas o Cervantes y pasa por Larra, Blanco White o Cernuda, extranjeros en su patria o trasterrados fuera de ella.
Con el magisterio intelectual de Vicente Llorens y Américo Castro al fondo, la postura intelectual que revelan estos ensayos permite entender no sólo la evolución ideológica de Juan Goytisolo, sino los cambios en su narrativa, sobre todo a partir de Reivindicación del conde don Julián.
Porque estos ensayos evidencian la relación directa entre su obra ensayística y su creación novelística. Señas de identidad o Reivindicación del conde don Julián no se pueden disociar de la crisis ideológica y literaria y de la mirada crítica sobre la tradición cultural que proyectan los ensayos de El furgón de cola. El propio Goytisolo escribe en el prólogo que ha preparado para esta edición que esas novelas no hubieran sido posibles sin ensayos como Examen de conciencia. Y esa misma relación es palpable entre los textos de Disidencias y una novela como Juan sin Tierra o entre Crónicas sarracinas y Makbara.
En España y los españoles, un libro de encargo, Goytisolo analiza la realidad conflictiva de España a través de La Celestina o el Qujote, el siglo de las luces, la pintura de Goya o el paisaje en Unamuno. En ese análisis Goytisolo aborda la realidad problemática de España desde una perspectiva excéntrica, deliberadamente alejada de la imagen oficial de la historiografía tradicionalista. Por eso asume el punto de vista de viajeros foráneos como Casanova, Borrow o Brenan o de españoles heterodoxos como Goya o Blanco White, al que dedicó su siguiente volumen ensayístico: Presentación crítica de Blanco White.
Cuando Goytisolo empezó a redactar esta introducción a la obra inglesa de Blanco White, la obra que el sevillano escribió siglo y medio antes aún no había sido editada en España, pero el deslumbramiento que produjo en él la figura del disidente trasterrado llegó al extremo de la identificación y la autofagia. Al fin y al cabo Goytisolo era también un disidente expatriado hablando de otro, reivindicando su obra, su rebeldía y su lucidez, explorando los paralelismos con otros destinos semejantes, como el de Cernuda, o analizando las situaciones que en la posguerra reproducían las sufridas por Blanco.
A esas alturas, ya era posible percibir una serie de rasgos comunes en los ensayos de Juan Goytisolo: la lectura crítica de la tradición, la reivindicación de la heterodoxia frente a la España sagrada y tradicionalista, la denuncia de la pereza mental de la crítica, mirada integradora de la literatura clásica y la contemporánea, de la cultura y la ética, de la sociedad y la creación.
Y una indisimulada simpatía por los disidentes, los periféricos, los desterrados o los extranjeros en su patria, como Rojas, con el que se identifica Goytisolo como con “todos los disconformes y rebeldes que se internan en la lengua en que escriben como en territorio ajeno.” Y añade: “Al expresarme de este modo quiero dejar bien sentado que no expongo una mera teoría: mi experiencia personal coincide en efecto, al cabo de los siglos, con la del autor de la tragicomedia. Obligado a desconfiar de la propia lengua, es más, a pensar contra ella, el desafecto se esfuerza, hoy como ayer, en instilar en su ámbito un elemento de subversión – ideológica, narrativa, semántica- que la corrompe y desgasta.”
Esas líneas, que pertenecen a Disidencias, podrían resumir la actitud del Goytisolo ensayista y sobre todo la actitud del novelista que entiende su disidencia no sólo como una cuestión de ética o de pensamiento, sino como una postura ante la lengua y la creación.
Porque Goytisolo es un desafecto, su situación es la de los márgenes, y por eso su mirada disidente y distante la comparte con escritores como los ya citados, Rojas, Delicado, Cervantes, Blanco White, Larra o Cernuda, que constituyen referencias constantes en sus ensayos.
Frente a la indolencia intelectual de la crítica literaria española, que evidencia “un vacío mental digno de una máquina neumática”, Goytisolo asume ejemplos como el de Américo Castro, uno de sus maestros reconocidos, al que dedicó su excelente “Supervivencias tribales en el medio intelectual español.”
El magisterio de Castro y la lectura de Said son la base de Crónicas sarracinas, diez aproximaciones al mundo islámico y al imaginario español sobre lo árabe . Una lectura orientalista de la Reivindicación del conde don Julián, Juan sin Tierra o Makbara vuelve a poner de manifiesto la vinculación entre el pensamiento ensayístico de Juan Goytisolo y su práctica novelística.
La defensa de lo mestizo y lo heterogéneo frente al pensamiento único recorre Contracorrientes y El bosque de las letras, dos volúmenes misceláneos en los que el Arcipreste de Hita, Cervantes, Gil de Biedma, La Regenta, Sor Juan Inés de la Cruz, Carlos Fuentes, Manuel Puig o Severo Sarduy son objeto del análisis de Goytisolo.
Un Goytisolo especialmente brillante en Nuestra cultura, la serie de ocho artículos que abren Cogitus interruptus. Son ocho textos esenciales en los que está contenida la mirada más cáustica y más certera del ensayista, que denuncia en ellos “una concepción patrimonial de la cultura y sus instituciones de parte del gremio de sus titulares, celosos guardianes de sus privilegios y de un saber a menudo vetusto y precario, amenazado por la falta de respeto y "rareza" de cuanto acaece fuera de sus bastiones y prolifera extramuros, bosque de letras en movimiento como el profetizado por las hechiceras de Macbeth. “
La revisión de la cultura desde una perspectiva heterodoxa es la base de una relectura de los clásicos -La Celestina, San Juan de la Cruz, Cervantes- y los contemporáneos -Max Aub, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Carlos Fuentes, Octavio Paz- y una nueva propuesta para interpretar el pasado y el presente de la literatura y la historiografía hispánica desde un ángulo polémico e inédito.
La mirada del Goytisolo ensayista reúne en estos textos el análisis del pasado y la lectura crítica del presente. En todos ellos se funden presente y pasado en la lucidez descarnada del ensayista.
Termino con un ejemplo significativo que lo confirma: Para Vd. no pasan días, decía irónicamente Larra para diagnosticar el atraso de la realidad española. Ese es un diagnóstico compartido por Goytisolo, que lo recuerda una y otra vez en estos ensayos por los que tampoco parece pasar el tiempo. Afortunadamente para su autor, porque revelan lo certero de su análisis. Desgraciadamente para España, por la que siguen sin pasar los días.
Santos Domínguez