Juan José Benítez

Publicado el 08 junio 2020 por Plasnisk
Juan José Benítez es un periodista fantasma español, conocido por sus trabajos en ufología y su serie de cuentos para niños Caballo de Troya.
Es uno de esos expertos que rechazan un disparate para decir inmediatamente después otro más gordo.
Realiza investigaciones poco rigurosas, que ignoran el método científico, por lo que son poco fiables o directamente erróneas. No revela cuál es su fuente, lo que hace pensar que en realidad no existen.
Biografía
En un oscuro chamizo pamplonica tuvo lugar el alumbramiento de un visionario, de un hombre que nació para cambiar el mundo, para ser único, para mirar a los ojos de lo desconocido sin pestañear.
Debemos decir que lo que antes era "la plácida vida de sus padres" pasó a ser "la absoluta vergüenza de sus padres", de los que se dice que debían salir a la calle con bolsas de cartón en la cabeza para que los niños no les tirasen piedras.
Otra cosa no, pero libros tiene un puñao. Bien es cierto que todos sin excepción son un compendio de chorradas de gran calibre.
Ha explorado los siguientes registros: el ensayo, filosofía, investigación, y alguna serie para la tele y tal. Teniendo en cuenta que se lo inventa todo, pues oye, mejor decimos que hizo ensayos y todos contentos.
Su obra más célebre fue Caballo de troya, una saga de 10 entregas plagiada de El libro de Urantia que va de unos científicos estadounidenses que viajan atrás en el tiempo para conocer a Jesús, del que habían leído que era muy salao. Descubren que no tenía barba, no quiso fundar ninguna Iglesia, y para rematarlo era extraterrestre.
Luego le dieron un programa llamado Planeta encantado.
En el episodio inaugural de la serie Planeta encantado vuelve a demostrar la credibilidad que merece cuando presta especial atención a las piedras de Ica, en las que se ven hombres y dinosaurios como contemporáneos, cuando lo cierto es que los lagartos terribles desaparecieron hace tropecientos millones de años mientras que los primeros homínidos surgieron en África hace poco más de 6 millones de años.
En realidad eran unos listillos que estaban timando a un pringao que les compraba las rocas, Benítez optó en Planeta encantado por seguir engordando el falso misterio; para él, otro de los grandes enigmas que siguen sin respuesta.
También aseguraba en este programa que las estatuas de la isla de Pascua se trasladaron hasta sus altares volando. Los moais levantan vuelo cual supermanes sin capa para colocarse en sus altares sobre los que reposan.
Benítez afirma que ésa es la explicación que le han dado los ancianos pascuenses y se lamenta de que no cuente para los científicos.
También narra la historia del nunca demostrado viaje a Roma de Jesús de Nazaret y compró palomitas en el circo romano mientras los leones se comían cristianos.
El Coliseo se acabó de construir en el año 80 de nuestra era. Murió cincuenta años antes de que se acabara de edificar el Coliseo. Solo era posible de que lo hiciera tras resucitar, ir a la diestra de su padre y hacer una excursión después.
Otra parida es la de El Arca de la Alianza en la que Yahvé ordenó a Moisés que guardara las Tablas de la Ley para que no cogiera polvo.
Según él, era el condensador eléctrico o un transmisor de radio entre Yahvé y Moisés.
Da por hecho, por ejemplo, que el ejército de Josué conquistó Jericó después de que sus murallas se derrumbaran por arte de magia gracias al cajón de madera y oro.
Y así un sinfín de paridas que culminaron con el fraude del vídeo que presentó en el episodio "Mirlo Rojo" de la serie de televisión "Planeta Encantado". En él se veían supuestas construcciones alienígenas en la Luna ocultadas por la NASA, asegurando que el vídeo que poseía y que los espectadores estaban viendo era alto secreto. Debido a la chapuza de vídeo, fallos en los trajes de los astronautas, etc., se realizó una investigación del mismo y se descubrió que había sido una empresa de animación la que había creado el vídeo, señalando ésta a Benítez como su cliente.
Pero aun sigue como si nada, escribiendo libros, cuando no plagiandolos.