Podría, dice, haber elegido un lugar de denuncia para hablar de crisis medioambiental, pero prefiere escoger un sitio “tan bello como éste” para crear ejemplo. Del mismo modo, considera que es necesario enviar un mensaje optimista para conseguir que la gente se conciencie de la importancia de cuidar el medioambiente.Al texto de Arsuaga y Milagros Algaba lo acompaña el humor de Forges, que ilustra el libro con unos dibujos cargados de crítica pero, sobre todo, muy divertidos. “La letra con humor entra”, afirma Forges, “las cosas más áridas, con humor salen mejor”. Y así, tanto Forges como Arsuaga, hacen de la presentación una escapada, un recreo, un descanso de la vida urbana y una celebración por lo bello que aún queda y que debemos proteger.
En cualquier caso, tanto Forges como Arsuaga coinciden en la importancia de la esperanza. El paleontólogo conviene que “nadie va a venir desde lo alto a salvar el medioambiente”, sino que habremos de hacerlo desde nuestras casas. Forges, optimista, confía en la prudencia de la gente: “Yo cierro el grifo cada vez que me lavo los dientes. Sé que mucha más gente lo hará también”.
Le dejan al lector un libro sobre la ciencia, muy ilustrativo y apto para todas las edades, que muy probablemente les concienciará sobre la importancia de los pequeños actos del día a día, y que seguro, además, les hará pasar un rato divertido.
Jara Santamaría