Juana Asbaje: mujer, poeta, monja...

Publicado el 09 julio 2014 por Erre @BlogeRRe





Detente, sombra de mi bien esquivo,imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero,¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,de que triunfa de mí tu tiranía: que aunque dejas burlado el lazo estrecho 
que tu forma fantástica ceñía,poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.
Sor Juana Inés de la Cruz 
Aun tratándose de un soneto de forma clásica tanto en su estructura como en la temática (la ausencia del amado es tema fundamental del amor cortés hasta el final del Barroco), nos encontramos ante una composición de gran originalidad en la que la voz lírica consigue el triunfo amoroso traspasando las barreras físicas y anteponiendo el poder del pensamiento.  La victoria de lo psíquico sobre lo físico es un principio fundamental en la obra de esta autora y este poema es una clara muestra de ello.
Juana Asbaje (conocida como Sor Juana Inés de la Cruz) fue una mujer cuya inteligencia y sensibilidad la convirtieron en la mejor poeta novohispana del siglo XVII, en un mundo que tradicionalmente estaba reservado a los hombres. Sin embargo, por “oscuras” razones, acabó sus días prácticamente escondida y renunciando a toda celebridad.
Fue una mujer adelantada a su tiempo, con un ávido deseo de saber (a los tres años aprendió a leer y a escribir e incluso solicitó a su madre que le permitiera asistir a la Universidad disfrazada de hombre). Su adolescencia y juventud están vinculadas a la corte virreinal donde alababan su belleza, inteligencia e ingenio pero por alguna íntima razón (tal vez su afán de conocimientos, su deseo de vivir sola o el hecho de ser hija ilegítima...) se siente empujada a recluirse en un convento a temprana edad.
Para conocer las claves de su personalidad resultan de lectura imprescindible sus cartas "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz" y "Carta atenagórica", textos que además de aportarnos muchos datos sobre la autora son un ejemplo de su viveza narrativa. También resulta muy interesante el estudio que realizó sobre ella Octavio Paz "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe" publicado en 1982.
"No leo para saber más sino para ignorar menos"