Jeanne d’Albret, llamada en la lengua española Juana de Albret (Saint-Germain-en-Laye, 7 de enero de 1528–París, 9 de junio de 1572), fue reina de Navarra en la Baja Navarra con el nombre de Juana III de Navarra, condesa de Foix y Bigorra, vizcondesa de Bearne, Marsan, y Tartas, y duquesa de Albret.
Su hijo fue el famoso rey Enrique III de Navarra y IV de Francia el Grande, el primer rey Borbón de Francia. Juana forma parte de la historia del euskera, al ordenar al monje Joanes Leizarraga la primera traducción de la biblia en esta lengua, siendo éste uno de los primeros documentos de gran circulación en lengua vasca.
Orígenes familiares
Juana nació el 7 de enero de 1528 en Saint-Germain-en-Laye. Era la hija única de Enrique II de Navarra y de Margarita de Francia. Se crio en París, en la corte del rey Francisco I de Francia, su tío.
Nupcias y descendencia
Su tío Francisco la casó en 1541 con el duque Guillermo V de Cléveris, cuando apenas tenía trece años. De esta unión no hubo descendencia. En 1546 el matrimonio fue anulado.
Tras la muerte de Francisco y el ascenso al trono de Enrique II, su matrimonio fue concertado de nuevo. Así, el 20 de octubre de 1548, se casó en Moulins con Antonio de Borbón (1518–1562), hijo de Carlos de Borbón (1489–1537), duque de Vendôme, y de Francisca de Alençon, el cual se convertiría en heredero al trono de Francia si se extinguía la reinante Casa de Valois.
Tuvieron cinco hijos:
- Enrique III de Navarra (1553–1610), rey de Navarra y, posteriormente, rey de Francia con el nombre de Enrique IV;
- Magdalena (1556); Muere de corta edad.
- Catalina (1559–1604), duquesa de Albret, condesa de Armañac y Rodes, casada en 1599 con el duque Enrique II de Lorena.
La cuestión religiosa
En 1555 murió su padre y ella heredó el reino de Navarra y demás posesiones. En 1560 se convirtió al protestantismo e introdujo la Reforma en la Navarra situada al norte de los Pirineos y Bearne. Por una orden promulgada el 19 de julio de 1561, impuso el calvinismo en sus Estados. Los dos hijos que le quedaban con vida fueron educados conforme a las ideas religiosas de su madre. En ese mismo año, Antonio de Borbón y su hermano, Luis I de Borbón, príncipe de Condé, llegaron a París para asistir a los Estados Generales, en los que se discutirían las denuncias de los protestantes del reino.
Jeanne d’Albret presentando a su hijo al ejército protestante, óleo sobre madera de PierreAntoine de Labouchère
Primera guerra
Condé, implicado en la Conjura de Amboise, fue detenido el 31 de octubre de 1560 y condenado a muerte, iniciándose un conflicto que estallaría con virulencia tras la matanza de los protestantes de Wassy el 1 de marzo de 1562. Los confederados protestantes (Eidgenosse, en alemán confederado, de donde deriva hugonotes) pasaron a la ofensiva y recibieron ayuda de Alemania y de Inglaterra (a cambio de la cesión de El Havre) el 20 de septiembre de 1562. Condé se encontraba en Dreux y Antonio de Borbón en Ruan, donde fue apresado y asesinado el 10 de noviembre de 1562. La paz de Amboise del 12 de marzo de 1563 puso fin a la primera guerra de religión en Francia, en la cual no participaron Navarra ni Bearne como Estados (ni Foix ni los vizcondados menores).
Segunda guerra
La matanza de católicos en Nimes (1567) fue el detonante de la segunda guerra. En 1568, Carlos IX de Francia ordenó la confiscación de sus Estados, y en Bearne se rebelaron los católicos dirigidos por Terride tomando el poder, mientras que en otros lugares lo hacían las tropas reales. Juana de Albret encabezó el movimiento protestante y encomendó a su hijo (de 15 años) que interviniera en el asedio de La Rochelle. La paz de Longiumeau del 23 de marzo de 1568 puso fin a esta segunda guerra, pero rápidamente se iniciaría la tercera.
Tercera guerra
El 12 de marzo de 1569 se produce la batalla de Jarnac, en la cual muere el líder político-militar protestante, Condé, y el hijo de Juana Enrique de Navarra fue designado nuevo jefe político en tanto que la dirección militar quedaba en manos de Coligny. Juana administra La Rochelle en todos los sentidos, con excepción de los asuntos militares. Controló la comunicación con los príncipes extranjeros aliados, intentando mantener la alianza, especialmente tras la muerte de Condé en marzo de 1569. Contrariamente a las previsiones, el partido hugonote se mantuvo firme, incluso después de la derrota de Moncontour.
Juana no se rindió; en agosto de 1569 recuperó sus Estados con la llegada de las fuerzas del duque Francisco de Montmorency. A fines de 1570 debió acceder a negociar ante la voluntad de sus correligionarios y el 8 de agosto de 1570 se firmó la paz de Saint-Germain en Laye. Los católicos no tuvieron ningún derecho: cultos prohibidos y expulsión de los clérigos (1570). Abandonó La Rochelle en 1571 para regresar a sus dominios. Protestó contra la mala aplicación de la paz de Saint-Germain.
Acuerdo matrimonial
Juana de Albret volvió a emprender largas negociaciones en París para casar a su hijo, el futuro Enrique IV, con Margarita de Francia, la tercera hija de Catalina de Médicis. Sin embargo, debió aceptar una condición: Margarita de Francia no se convertirá al protestantismo. El matrimonio se celebró el 18 de agosto de 1572, pero Juana III de Albret no pudo asistir al mismo, ya que murió el 9 de junio de 1572. Según los rumores, habría sido asesinada por órdenes de Catalina de Médicis.
Juana de Albret compra en la tienda del perfumero René los guantes envenenados que según la leyenda causaron su muerte. Óleo por P.-C. Comte. 1858.
La Reforma en la Baja Navarra
Pese a decretar la libertad religiosa en su reino, en el que la Iglesia católica pudo compartir incluso templo con los protestantes en el horario que dispusiera la autoridad civil, la licencia papal a sus súbditos para la desobediencia y ocupación de cualquier territorio gobernado por una reina excomulgada como signo de obediencia al Papa, hicieron imposible la convivencia y finalizó con la prohibición de la religión papal en el Reino de Navarra que controlaba. Tras la muerte de Antonio de Borbón, que seguía siendo católico en 1562, Juana promulgó una serie de medidas destinadas a implantar la Reforma de Bearne: la publicación de un catecismo de Juan Calvino en bearnés (1563); la fundación de una academia protestante en Orthez (1566); la redacción de nuevas Ordenanzas eclesiásticas (1566–1571); la traducción del Nuevo Testamento al vasco por Joanes Leizarraga (1571); y la traducción al bearnés del Psautier de Marot, por Arnaud de Saleta (1568). En 1571, la fe reformada (calvinista) fue oficializada en Bearne y Baja Navarra como religión estatal.
La religión católica sería de nuevo permitida por su nieto, Luis XIII, con la Paz de Alés en 1629.
Sala de Juana Albret, Castillo de Pau
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Títulos nobiliarios
Por nacimiento
- Reina de Navarra (1555-1572)
- Duquesa de Albret (1555-1572)
- Condesa de Limoges (1555- 1572)
- Condesa de Foix (1555-1572)
- Condesa de Armañac (1555-1572)
- Condesa de Bigorra (1555-1572)
- Condesa de Périgord (1555-1572)
- Vizcondesa de Bearne (1555-1572)
- Vizcondesa de Marlan
- Vizcondesa de Tartás (1555-1572)