Juana de arco fue una pirada que un día decidió que estaba aburrida y dijo que había visto al Arcángel Miguel, Santa Margarita y Catalina de Alejandría y que le dieron que ayudara a Carlos VII y liberar a Francia
Se dirigió al lugar donde estaban las tropas de Carlos VII y pidió alistarse en las filas. Sin embargo, le rechazaron por que tenía arco pero no flechas.
Ella insistió y como ya los ingleses habían matado a mansalva, la admitieron como mujer de la limpieza y encargada de lavar los calzonzillos del rey.
Gracias a ese trabajo Francia empezó a ganar posiciones frente a Inglaterra y poco a poco fue recuperando los territorios perdidos.
Fue capturada y acusada de bruja y quemada en la hoguera. Su familia interpuso y el papa Calixto III anuló los cargos en su contra, la declaró inocente.
Pero ya estaba bastante chamuscada por aquel entonces.