Jubilados prematuros

Por Malaka

Uceda Leal. Foto: Burladero.com

“Si la plaza de las Ventas es la más importante del mundo y la feria de San Isidro la más prestigiosa, se supone que a ellas deben acudir los diestros más importantes del escalafón; o, al menos, los más ilusionados, los de más proyección, los que tienen hambre y sed de triunfos.

Pues a estas alturas todavía hay quien se pregunta qué pintaban en la puerta de cuadrillas los señores Uceda Leal, Miguel Abellán y Rubén Pinar. Ninguno de los tres hubiera aprobado un examen de ingreso en la feria; ninguno de los tres demostró que quiere ser alguien en la profesión; fracasaron con incomprensible estrépito, y los tres han dicho en voz alta que, conscientemente, han dado un gran paso atrás en sus respectivas carreras. Tres respetables toreros vestidos de luces; dos de ellos, Uceda y Abellán, ya maduros, con caras y maneras de señores mayores prematuros, de vueltas de todo, sin ganas y pocas ideas; y el más joven, perdido, hundido, incapaz de superar una tarde de la que se puede acordar toda su vida.”

De la crónica de Antonio Lorca en El País