Judas Iscariote, El traidor

Por Campblog

La historia de Judas Iscariote es un ejemplo triste de cómo una persona llega a una conclusión, sin entender la voluntad de Dios por estar "ciego" a todo, menos a sus ideas. De la historia de Judas aprenderán lo que es "traicionar", no solamente como sucedió en la vida de Jesús, sino también como puede suceder hoy en sus propias vidas.
Casi siempre cuando hablamos de Judas, nos parece una persona desagradable, Judas es uno de los Discípulos más famosos por lo que hizo contra su mejor amigo, Jesús. Algunos diccionarios dicen que el mismo nombre Judas significa traidor. En casi todas las listas de los Doce, Judas es el último por lo que hizo contra Jesús.
Judas no era un traidor cuando Jesús le llamó a seguirle. No podemos pensar en él como un criminal buscando pleitos. Era una persona como cualquiera. El hecho de ser llamado por Jesús nos indica que Judas tuvo el mismo potencial que tuvieron los otros Discípulos. Hay que recordar que antes de escoger a los Doce, Jesús oró toda la noche buscando la sabiduría de Dios. Los escogió entre muchos y así sabemos que Judas era un hombre de mucha promesa. Jesús le escogió para ser un discípulo, no para ser un traidor.
Como los otros Discípulos, Judas tuvo que dejar todo para seguir a Jesús. Por tres años tuvo una amistad íntima con él. Caminó y conversó con Jesús, el Hijo de Dios. Se sentó con él bajo las estrellas, compartieron pan, sus ideas y sus sentimientos.
Judas escuchó el Sermón del Monte como los otros y también las parábolas que Jesús contó. Vio cuando Jesús dio la vista a los ciegos y levantó los muertos. Estuvo allí cuando Jesús calmó la tempestad, cuando echó fuera los demonios, cuando sacó los comerciantes del templo y cuando cogió a los niños en sus brazos. Judas también fue con los otros en su misión de predicar las Buenas Nuevas y participó en el ministerio de echar fuera los demonios y sanar a los enfermos. Tuvo tanto las responsabilidades como los privilegios de los otros Discípulos. Además fue escogido como el tesorero del grupo mostrando que sus compañeros tenían mucha confianza en su capacidad (Juan 12:6). Tenía su respeto y se mostró confiable.
Fue cuidadoso, honesto y capaz por lo menos al principio. Hay gente que trata de culpar a Dios por la caída de Judas en la tentación de traicionar a Jesús. Otras personas afirman que Judas fue predestinado a hacerlo. Pero hay que recordar que cada ser humano tiene el libre albedrío. La Biblia nos enseña que el plan de Dios era que Jesús iba a ser traicionado, pero que Judas por su propia voluntad decidió hacerlo. Alguien tenía que hacerlo pero fue Judas quien lo hizo por su propia decisión. Si Judas tiene la culpa debemos preguntar ¿cómo llegó a tal punto? Fue un proceso.
Desilusión: Aunque no pensó que llegaría a ser un traidor, durante sus tres años con Jesús dejó de sentir esperanza y empezó a sentir una desilusión con Jesús. Judas buscaba un reino terrenal. Pensaba que Jesús iba a establecer un reino nuevo para los judíos en la Tierra. Pensaba que iba a librar a los judíos de la tiranía de los romanos.
Pero Jesús empezó a decir cosas que no estaban de acuerdo a los planes de Judas. Empezó a decir que el hombre no debe acumular tesoros aquí en la Tierra. Luego habló de su inminente muerte y Judas no pudo aceptarlo. Cuando los enemigos de Jesús empezaron a hacer planes de matarle, todos los sueños de Judas se desintegraron. Judas se desilusionó por completo.
Codicia: Otro factor en el proceso de degradación de Judas fue su avaricia. Cuando María ungió los pies de Jesús, fue Judas quien le recriminó. Aunque Judas había escuchado las enseñanzas de Jesús, aunque sabía que amar el dinero era malo, quiso tener más y más. Así que por dinero decidió traicionar a su amigo. En el aposento alto Jesús volvió a advertir a Judas. Pero Judas en aquel momento no pudo recibir ni el amor (mostrado en el lavado de sus pies) ni la advertencia de su Gran Amigo. Había decidido y por eso Jesús le mandó a hacer pronto lo que tenía que hacer.
Le entregó con un beso, el beso de un amigo y discípulo. Fue como echarle veneno al café de un amigo. Aun en este momento Judas tuvo tiempo para cambiar pero no lo hizo. Traicionó a su Amigo Jesús y así llegó a la infamia. Judas pudo recibir el perdón de Dios como lo recibió Pedro. Pudo ir a Jesús y pedir perdón. Antes de suicidarse, pudo confesar su pecado a Dios y así recibir el perdón ofrecido por Dios a cualquiera que se lo pide.
Pedro se arrepintió, Judas no lo hizo. Aunque sintió dolor por lo que pasó, aunque se sintió culpable por la muerte, no se arrepintió. Así que recordando que había un árbol en una escarpa cercana, Judas puso allí un dogal, metió su cabeza adentro y se lanzó. En aquel momento parece que también explotó su estómago. No sabemos con seguridad cómo murió, sólo sabemos que cometió un suicidio. Cuando lo hizo quedaron solamente Once Discípulos para llevar el mensaje de las Buenas Nuevas al mundo. Judas tuvo la oportunidad de tener buena fama por ser un misionero extraordinario pero escogió más bien ser conocido como el "Traidor de Jesús".
¿Cuántas veces nosotros hemos traicionado al Señor?¿Cuántas veces le hemos sido infieles, lo hemos dejado solo, hemos antepuesto otros intereses a los suyos? ¿Y cuántas veces lo hemos traicionado a Jesús en uno de nuestros hermanos, amigos, compañeros?
Jesús, no permitas que abuse de tu misericordia. Que mi corazón no se endurezca sino que se llene de ese santo temor que lo encauce a nunca ofenderte conscientemente. Gracias por darme la luz para formar mi conciencia y la fuerza para luchar siempre contra toda forma de egoísmo o doblez. Sé que llegar a santidad es difícil, que no se logra de un día para otro, pero que nunca deje de esforzarme por conseguirla.
Tu Amigo, Daniel Espinoza¡Consuela a mi Pueblo! Blog