INGREDIENTES
-1/2 kilo de judías verdes
-una zanahoria mediana
-tres dientes de ajo
-2 cucharadas soperas de harina
-una carcasa de pollo
-una punta de jamón
-un hueso de rodilla
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Con estas cantidades ha salido para tres personas. Lavamos bien las judías y con el pelador de patatas quitamos las hebras laterales y los extremos y las vamos cortando por la mitad poniéndolas en el escurre verduras. Pelamos la zanahoria y la partimos en rodajas finitas.
En la olla exprés ponemos un hueso o punta de jamón, un hueso de rodilla y una carcasa de pollo. Echamos sal, no mucha que la punta de jamón tiene sal, y llevamos a ebullición. Cuando empiece a hervir limpiamos con un cacillo la espuma marrón que se forma en el caldo. Cerramos la olla y cuando la pirindola empiece a dar vueltas contamos quince minutos.
Dejamos que salga todo el vapor y abrimos la olla, entonces ponemos las judías verdes con la zanahoria y cerramos de nuevo la olla. Cuando empiece la pirindola a dar vueltas contamos diez minutos.Al cabo de ese tiempo las tendremos cocidas.
Dejamos que salga todo el vapor antes de abrir la olla unos minutos. Abrimos la olla y escurrimos las judías sobre el escurre verduras reservando el caldo en la misma olla.
Y aquí tenemos el caldo.
Ahora, en una sartén mediana ponemos un chorrito de aceite, no mucho, para rehogar las judías. Cuando esté caliente ponemos los ajos pelados y cortados en láminas finas.
Cuando empiece a dorarse ponemos las judías a rehogar moviendo con cuidado de que no se rompan. Las tenemos tres o cuatro minutos, apagamos el fuego y las pasamos a una fuente.
Ahora, en esa misma sartén, ponemos otro chorrito de aceite, y ponemos a rehogar dos cucharadas soperas de harina pero no colmadas.
Cuando se hayan rehogado bien añadimos un cazo de sopa del caldo que ya tenemos preparado y movemos bien con una cuchara de madera.
Cuando haya absorbido bien añadimos otro cazo de caldo y seguimos moviendo como si de una bechamel se tratara.
Con cuatro cazos de caldo nos quedará una crema suave. No añadimos sal porque el caldo ya lo lleva. Ahora vertemos la crema sobre la fuente de las judías moviendo muy bien con cuidado de no romperlas.