Jueces españolísimos

Publicado el 11 agosto 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

El hecho de que un inmigrante para poder nacionalizarse deba conocer la cultura española es discutible. A mi modo de ver, bastaría con el deseo del inmigrante y el compromiso del cumplimiento de las leyes vigentes para poder optar a ser español. Pero claro, hay que poner cortapisas, unos deben demostrar que tienen poder y otros tienen que someterse a las restricciones que les impongan, por obligación. Como si el lugar de nacimiento se pudiera elegir. El día en que se admita que el lugar de nacimiento es una cuestión casual --una verdad de perogrullo—habemos dado un paso adelante considerable.

Mientras tanto, los inmigrantes para hacerse españoles, deben pasar un test “cultural” –disculpen las comillas, pero eso de cultural es mucho decir— y contestar, además, quién es el presidente del gobierno, o qué río pasa por Valladolid –que como cualquiera sabe es un río del que se aprovecha su paso por allí, con asiduidad—, cuestiones con tan mala leche como qué ocurrió en 1868 –estoy convencido de que ni el 10% de los españoles la contestaría correctamente—o cuestiones tan culturales cómo quién es Rafael Nadal o qué es Zara o si conoce El Corte Ingés. Como pueden comprobar temas de alta cultura que miden la adaptación de los emigrantes a nuestros valores patrios.

Pero ya lo que parece --y perdónenme ustedes la expresión—para mear y no echar gota, es lo de un juez de un pueblo de Gran Canaria, donde una de las preguntas es ¿conoce usted el nombre de algún torero español? Desde luego la cosa es de nota, porque este juez de tres al cuarto, debería en primer lugar estudiar las leyes promulgadas por su Comunidad, y quizá se daría cuenta de que hace más de veinte años, en Canarias, se han prohibido las corridas de toros y que preguntar eso allí, no sólo denota ignorancia o mala fe, sino ineptitud para ese puesto.

Así es que ya saben, los extranjeros que quieran nacionalizarse, además de incluir entre los libros de estudio, las revistas Diez Minutos, Hola o Pronto, los periódicos Sport o Marca y alguna revista de tauromaquia, tendrán que conocer la vida y obra de la españolísima Belén Esteban y soportar a un juez inútil incapaz de conocer las propias leyes de la comunidad donde opera.