El pasado Viernes día 4 de Febrero se celebró el Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad que a día de hoy está entre las mayores preocupaciones de la sociedad debido a su gravedad y a que no parece haber seguro totalmente eficaz contra ella. Aunque una vida saludable es quizá lo mejor que podamos hacer por cuidarnos a nosotros mismos, existen personas que sin ninguna razón aparente la sufren y tienen que someterse a largos y desagradables tratamientos que dejan el cuerpo machacado y débil, por lo que en esas situaciones siempre se necesita algo o a alguien que nos ayude a seguir adelante y a sobrellevar lo mejor posible el mal trago de la quimioterapia.
Y si ya es doloroso para un adulto, pensemos por un momento en la cantidad de niños y niñas con cáncer que hay repartidos por los hospitales, ya que cada año se diagnostican casi mil casos de cáncer infantil, algo que no sólo afecta a los propios pacientes, sino también a sus familias. Los niños deben pasar horas aislados en sus habitaciones, a la espera de una nueva sesión que puede convertirse, os lo aseguro, en una auténtica pesadilla.
En esa situación nació Juegaterapia, una iniciativa solidaria que pretende recolectar videoconsolas y videojuegos cuyos propietarios ya no van a usar más y acercárselos a las plantas de Oncología Infantil, buscando una forma de que los niños puedan evadirse durante un rato de su situación y ayudarles a sobrellevar el tratamiento. Las videoconsolas añaden también una pegatina con los datos del donante, por si el chico quiere agradecérselo mediante alguna carta o algún mensaje. Si habéis disfrutado alguna vez con los videojuegos, con sus historias, personajes y horas de entretenimiento, sabéis lo que pueden hacer por alguien que está librando la más dura de las batallas ya que en los hospitales siempre se han preocupado por la salud de todos los pacientes, pero poco por su intimidad, su estado de ánimo o su felicidad, por lo que me parece una de las mejores formas de aunar no sólo la recuperación física, sino también de preservar su estabilidad emocional y acordarnos de que no existen los pacientes, sino personas enfermas.
Podéis saber más de la organización a través de su página en Facebook y su blog personal, por si queréis sumaros a esta iniciativa.