Algunas cosas no cambian nunca, cosas como que después de la primavera viene el verano, que llueve siempre después de lavar el coche o que hacemos las cosas a trancas y barrancas. Ahora que asistíamos, con bote de palomitas y todo, al espectáculo de navajazos traperos en el PSOE y que desayunábamos con verdaderas escenas de pánico apenas disimulado en los grandes partidos, gentileza del “efecto Podemos”. Justo ahora va y nos dice el Rey, en un discurso enlatado y un tanto descafeinado, que “adiós, muy buenas”. El Rey que quiere marcharse dice ha de dejar paso a nuevas generaciones (huy que pepero me suena) . Igual sentía celos del desmadre y se ha sumado al grito de “Y yo más”. ¡Éramos pocos y parió la abuela!.
No se yo si esa querencia repentina por la jubilación va a traer mucha más cola de lo que pensaban en Zarzuela, se les ha visto el plumero. Mucho me temo que en realidad han organizado todo este tinglado por miedito a las mayorías que pueden darse en la próxima legislatura, porque visto el nivel que demuestran los zotes de los partidos mayoritarios, esto no tiene arreglo y casi seguro que los que vendrán igual va y no son tan “dóciles” como para tragar con una Ley Orgánica a medida para que Felipe pueda ser Rey sin más. Por otra parte, el Rey está pachucho, si no se soluciona esto ahora igual no aguanta otra legislatura y tengamos que afrontar todo este asunto con Rey “cuerpo presente”.
Mención aparte merece, una vez más, el PSOE un partido que se fundó como republicano, va y aparece su ¿extinto? Secretario General aplaudiendo, sin más, la sucesión de la corona en Felipe VI (otra vez), a mi no se me ocurre mayor traición a los socialistas tradiconales. Sólo diré que si levantase la cabeza Pablo Iglesias Posse (el primero, no el de Podemos), visto cómo se las gastaba el hombre, os aseguro que lo corría a escobazos por la Gran Vía.
En lo que nadie ha caído es que en España tenemos cierta tendencia en hacer las cosas deprisa y de aquella manera y claro, en treinta y nueve años no nos ha dado tiempo a preveer que el Rey se marchase. Esto nos lleva a una situación un tanto surrealista, con un Rey que dice que ha abdicado pero no es del todo cierto. Nuestra Constitución no contempla esta posibilidad. Vamos que, sintiéndolo mucho, su majestad no se puede marchar hasta que se arregle este berenjenal mediante un buñuelo de Ley Orgánica como el que proponen desde Moncloa. Menos mal que dispone usted de mayorías, ¿verdad?.Aquí hacemos las cosas raras hasta el final.
Esta situación, con un Rey que se quiere marchar, esperando que le confeccionen una Ley para él sólito, un heredero supuestamente democrático que elude el hecho de tener hermanas mayores (aunque algunas se las traigan) que serán discriminadas por su sexo y con el “desaguisado” que tenemos por las calles nos hace plantearnos si ahora debemos decidir nuestra forma de Estado. Creo que no es ni buen ni mal momento, es EL MOMENTO, así en mayúsculas. Creo que nos pilla en una época bastante civilizada (porque Wert todavía no nos ha zurrado con su ley) como para sacar las urnas a la calle con cabeza y sentido común, en otras épocas a estas horas ya habíamos sacado a pasear las escopetas. No basta con saber si queremos monarquía o república, si sacamos la bandera apolillada del abuelo o nos quedamos con este trapito. Necesitamos saber que tipo de monarquía o de república queremos. No es lo mismo una monarquía constitucional (pero sin la corruptela de esta, por supuesto) que una estilo “Rey Sol”, como tampoco lo es una república Europea (o USA) o una al estilo bananero, venezolano o centroafricano. Se parecen como un huevo a una castaña.
Vamos, que me parece que una vez más estamos ante un circo en el que se intentan mover las cosas de mala manera para que nada cambie, un cambiar todo para que nada se cambie. Temen la llegada de nuevos gallos al corral e intentarán hacer que todo les siga siendo favorable. Ayer le oí decir a Julio Anguita aquello de “La abdicación es una maniobra para que la oligarquía siga en el poder” Me parece que no se equivoca. En todo caso, el fregado que le deja Juan Carlos I a su hijo puede que no sea pequeño. Veremos como se resuelve esto.
Proyecto de Ley Orgánica para la sucesión del Rey Juan Carlos I (pdf)
Los cinco borbones que adicaron antes de que Juan Carlos I
Documentos y documentales sobre el reinado de Juan Carlos I
Anguita “la abdicación es una maniobra para que la oligarquía siga en el poder”
El Gobierno aprueba en un artículo único la sucesión automática en la Corona
El PSOE respalda a Felipe de Borbón como futuro rey y Juventudes Socialistas exige un referéndum
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Decide la gente. Pablo Iglesias