Seguí dando vueltas y la frase me persiguió como un loop. Corrí hasta sudar y convertirme en un charco de agua. Había un círculo alrededor de la luna que nos llamó la atención. Los chicos de campo dijeron que el halo de luz pronosticaba lluvia. Los de ciudad que era la señal de que íbamos a ganar el domingo. Otros, que estaban por bajar ovnis. Y un par que el aro mágico y luminoso nos haría crecer la pija. Nos reímos como si hubiésemos fumado.El pibito que acababa de incorporarse al equipo le tocó ocupar el puesto de “9 Suplente”. Llegó a nosotros porque era amigo de “El Furia”. Se parecía a “Linterna verde”. Escupió a un costado y volvió a decirle a “11”:- Che, no te ataste los cordones. Están re-buenas tus zapas ¿Cuánto las pagaste?Pasó corriendo “Turquesa” con las tetas paradas, la camiseta de Boca y una minifalda de jean arriba del pantaloncito de fútbol; el pelo teñido de rubio, pajoso, con las raíces negras y sus típicos movimientos toscos. A veces jugaba que era la mujer maravilla. Antes de empezar el partido giraba y se transformaba. “9 Suplente” al verla pasar le gritó: - ¡Vamos linda! ¡Dale!, que sos hermosa, mamaza! ¡Corré que adelante hay pija yte está esperando.Nosotros explotamos en carcajadas. El arquerito se me arrimó. Casi al oído, alcancé a sentir su aliento a chocolate, me preguntó: - ¿Y éste? ¿De dónde salió? “9 Suplente” siguió diciendo: - ¡Qué buena que está esta mina, che! ¡Un fierro! ¡Un minón, la guacha! - Esta noche vamos a festejar el cumple de “Hisopo”¿Querés venir?- le preguntó “4”. - ¿Da para ir con mi novia? - Si querés, sí.
Mientras el equipo bailaba en la pista de arriba “9 Suplente” y su novia discutían en una mesa de abajo, donde pasaban cumbia. Cuando terminaron él se fue al baño y no lo vimos. “4” me contó, a la mañana siguiente, que se lo encontró en el dark room. - Se movía desde abajo hacia arriba, adentro del culo de una travesti. Al lado dos chicos se besaban. El ambiente apestaba a mierda y colonia barata. La peluca se le caía con las sacudidas que le daba “9 Suplente”. Los movimientos eran concéntricos, en elipsis y la travesti pegaba gritos entrecortados, de gata en celo. Se aferró a su cintura y parecía que iba a acabar, se movía con fuerza pero no terminaba. Apoyaba el cuerpo sobre la espalda de la trava y de vuelta volvía a la carga- me contó “4”- un círculo de espectadores con la pija afuera, pajeándose, miraban cómo cogían. “9 Suplente” se movía cada vez más rápido, parecía un lavarropas.En un momento le sacó la pija del culo. Fue ahí cuando “4” pudo vérsela. Era blanca (medio rosadita) gorda y cerrada en la punta. Un chaboncito intentó agarrársela. Él le sacó la mano y le dijo: “¿Qué hace, loco? No toqués… fuira”, y volvió a metérsela a la travesti que seguía parada, inclinada para abajo. Se la metía y sacaba completamente. Se la retiraba despacio para metérsela violentamente. Finalmente acabó con movimientos cortitos, casi sin sacársela. Tiró el forro a un costado y fue directo a la mesa donde estaba su novia hablando con un pibe del equipo. - ¿Qué haces, loca? Te vi…- le dijo. - ¿Qué? Y a éste ¿qué le pasa?- dijo la novia girando la cabeza. - Te vi… a mí no me bardees loca, ¿eh? Lo estabas mirando a ese puto que está ahí… a ése, ese que se va allá. - Vos estás completamente loco… - Mirá que si te agarro en una, te mato, loca. Te mato…- le dijo entre dientes, mientras le apretaba el cuello con fuerza. Terminamos la cerveza y los pocos integrantes del equipo que quedábamos nos fuimos. “9 Suplente” salió con la novia.