Unas se buscan entre sí, y otras se evitan. Están las que destilan necesidad, o las que desbordan indiferencia. Se pasean las que carecen de autoestima, y las que transmiten energía por doquier. Nos topamos con algunas que nos enamoran, o en ocasiones... tropezamos con las que nos hacen emanar poco más que odio. Buscamos en las ajenas, aquello que nos falta para seguir adelante.
Azules, castañas, verdes, negras, pardas... pintan rostros y decoran risas. Ceñidas, intensas, intrigantes, alegres... adornan palabras y silencios. La variedad es inmensa, la finalidad similar. Las miradas miles, la belleza de las mismas... sin límites.
Foto y texto originales de Caroline A.N.