Juego de Tronos 4x05. El primero de su nombre

Publicado el 15 mayo 2014 por Amaya Muñoz Azanza @AmayaMAzanza

  "El Primero de su Nombre" nos ha llevado hasta la mitad de la temporada. Tommen es el nuevo rey de los Siete Reinos, pero su linaje es no de la sangre del legítimo rey, así que no podemos decir que su mandato esté favorecido por los Siete. Su familia se está quedando sin dinero y ha caído en las garras del Banco de Hierro. Tommen Baratheon solo está en el trono porque los Lannister y sus aliados ganaron  una sangrienta guerra que ha dejado destrozado medio Poniente. El poder que lo sustenta al trono es tan solo una fastuosa ilusión. La mecha adecuada, por pequeña que sea, puede hacer saltar el polvorín de Desembarco del Rey por los aires

   "El Primero de su Nombre" comienza con la coronación de Tommen Baratheon. El juego de miradas que se produce durante la ceremonia entre Margaery y el nuevo rey va a alertar a Cersei, lo que va a utilizar Lena Headey como vehículo para su lucimiento. Cersei es la heroína no reconocida de este momento y va a ser el gran eje de Desembarco del Rey en este episodio. Podemos comprobar que —sin una copa en la mano y tras haber echado un forzado coito con su amante y hermano— la inteligencia también florece en una leona mucho más reflexiva y sosegada que de costumbre. Cersei está explorando, no sin cierta amargura, los límites de la prisión social en la que se encuentra. Así la vemos hacer un casi-acuerdo de paz con Margaery Tyrell por un lado y por otro mantener una interesante conversación con el Príncipe Oberyn Martell.
   “¿De qué sirve el poder si no podemos proteger a los que amamos?”, le pregunta al príncipe de Dorne. ”Podemos vengarlos” contesta él, dejándonos muy claras las posiciones de cada uno. Esta escena entre ellos también nos recuerda que la princesa Myrcella existe y que Cersei está aún muy disgustada porque se llevaron a su hija lejos de ella.
   Nos regalan además una tercera conversación con su padre, Tywin, en la que nos revelan las dificultades financieras por las que pasa la casa Lannister, lo que hace fundamental la alianza con los Martell. En torno a dicha alianza se establece un calendario social, con dos bodas en el horizonte: Margaery y Tommen se casarán en quince días y Cersei y Loras dos semanas después. No parecen haber aprendido nada de los sucesos de bodas recientes.    Daenerys Targaryen recibe noticias de la Bahía de los Esclavos. Todo por lo que ha estado luchado, liberando las ciudades esclavistas, se está desmoronando. Astapor ha sido tomada por un hombre llamado Cleon, y las cosas no están mucho mejor en Yunkai, donde los dueños de esclavos han recuperado su poder. Además Daario Naharis ha capturado la flota de barcos de Meereen sin haber recibido instrucciones para ello. Todo el mundo espera que Daenerys se embarque hacia Desembarco del Rey. Pero Dany, contrariamente a otros muchos personajes de la serie, tiene cierta conciencia y parece estar dándose cuenta de que si ganar batallas es difícil, mucho más difícil es gobernar. Ella cree -quizás con razón- que si navega con sus ejércitos hasta Desembarco del Rey, es mejor que llegue con grandes logros a sus espaldas, no simples buenas intenciones que no se sostendrán en el tiempo. Tiene el desafío de cambiar el sistema, pero solo podrá conseguirlo si logra respaldar lo que proclama con hechos. Así que antes de dirigirse a Poniente, necesita hacer saber a la gente que está de su parte, que no es como los demás gobernantes que han tenido hasta el momento. Y eso significa no solo ser una gran conquistadora sino también una gran gobernante.

   Arya continúa soñando con su venganza personal. Es interesante ver como Arya y El Perro aún no saben de la muerte de Joffrey y por ello la pequeña Stark sigue incluyéndole en su lista. Dicha lista finaliza con “El Perro”, sin que a él parezca importarle lo más mínimo.
   A lo largo de la temporada nos han dado indicios de que estos dos están construyendo una especie de amistad, aunque haya sido forzada por las circunstancias. Arya no se ha dado cuenta todavía pero quizá haya encontrado en El Perro un inmejorable compañero de viaje. Un hombre que se preocupa por ella al no encontrarla al despertar (y no creo que sea solo temor a perder su botín) sino que le enseña de la manera difícil que su estilosa danza de espadas no va servir de nada cuando se enfrente a un oponente bien equipado.

    Las escenas entre Brienne y Pod no aportan realmente mucho al episodio, aparte de darnos unos momentos divertidos entre dos personajes que no habrían tenido otra razón para aparecer esta semana, ya que sucesos más interesantes se estaban desarrollándo en otros lugares.


   Brienne ha asumido el rol de líder y mentor  en sus interacciones con el escudero, el resumen de las cuales viene a  contarnos que Podrick es digno de confianza aunque no sepa cocinar un conejo, (ni siquiera sabe que hay que despellejarlo primero), y tan solo sirva para servir vino y ayudar a quitar armaduras.    Sansa y Meñique llegan a salvo al Valle. Una exageradamente cariñosa bienvenida de Lysa Arryn, tía de Sansa, esconde los verdaderos deseos de la señora del Valle, que hace caso omiso a los deseos de Petyr de retrasar el matrimonio entre ambos y le tiende una emboscada, en el mismo gran salón del Nido de Aguilas, para que el enlace se produzca en ese momento.
  Comprobamos, no sin cierto temor, que la misma respuesta irracional a la visita de Catelyn en la temporda 1 reaparece cuando Lysa, claramente celosa,  interroga a su sobrina acerca de los afectos que Lord Baelish le dispensa.

   La solución de Lysa a la, para ella, amenazante presencia de Sansa en el Nido de Águilas se expone al final del ataque verbal que la adolescente sufre a manos de su tía. Cuando Tyrion Lannister sea ejecutado por el asesinato del rey, Sansa será viuda y quedará libre para casarse con su primo Robin, hijo de Lysa y señor del Valle. Otro matrimonio concertado para la pobre Sansa, que es justo de los que pensábamos que escapaba cuando huyó de Desembarco del Rey.    Otro aspecto reseñable de la parte del Valle es la confesión de Lysa de que fue ella quien envenenó a su esposo y que culpó a los Lannister en la carta que envió a su hermana, todo ello inducido por los planes de Meñique. Me ha parecido demasiado directo, un tanto irreal. No dejan nada a la especulación ni a la imaginación.   El acto final del episodio se desarrolla en el Torreón de Craster. Como era de esperar Jon acaba con Karl, el jefe de los Cuervos insurrectos, no sin recibir ayuda de una de las mujeres-hijas de Craster, representando, entiendo yo, a todas ellas.

   La escaramuza nos permite vivir un momento emotivo en el que Jon y Bran casi se encuentran. Bran llega a ver a Jon, sin embargo Jojen le convence de que seguir con su misión es más importante y que, por mucho que le quiera su hermano, o precisamente por ello, no va a dejarle seguir con la misma, sino que le llevará con él para protegerle. Entonces Bran toma la dura decisión de continuar, de buscar su camino más hacia el norte aún, en busca del cuervo de tres ojos.    La serie nos muestra al personaje de Locke, que llevaba camino de  convertirse en un villano menor por su misión de capturar a Bran Stark, y lo mata casi inmediatamente gracias a que el propio Bran se introduce en la mente de Hodor, que rompe las cadenas y también el cuello del infiltrado Locke.   La cara de horror de Hodor después de haber sido “wargarizado” por Bran y la visión de sus manos ensangrentadas es descorazonadora. Sin embargo ver al último de los amotinados, que estaba escapando, siendo alcanzado por Fantasma, haciendo cierta justicia poética después de todo el tiempo que lo han tenido encerrado, mejora nuestro humor considerablemente. Así como el reencuentro de Jon y Fantasma.    Cuando está todo dicho y hecho las mujeres e hijas de Craster deciden quemar la casa hasta sus cimientos. Un símbolo de final definitivo para todos los horrores allí vividos.    Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el episodio?
  "El Primero de su Nombre" nos ha llevado hasta la mitad de la temporada. Tommen es el nuevo rey de los Siete Reinos, pero su linaje es no de la sangre del legítimo rey, así que no podemos decir que su mandato esté favorecido por los Siete. Su familia se está quedando sin dinero y ha caído en las garras del Banco de Hierro. Tommen Baratheon solo está en el trono porque los Lannister y sus aliados ganaron  una sangrienta guerra que ha dejado destrozado medio Poniente. El poder que lo sustenta al trono es tan solo una fastuosa ilusión. La mecha adecuada, por pequeña que sea, puede hacer saltar el polvorín de Desembarco del Rey por los aires


   "El Primero de su Nombre" comienza con la coronación de Tommen Baratheon. El juego de miradas que se produce durante la ceremonia entre Margaery y el nuevo rey va a alertar a Cersei, lo que va a utilizar Lena Headey como vehículo para su lucimiento. Cersei es la heroína no reconocida de este momento y va a ser el gran eje de Desembarco del Rey en este episodio. Podemos comprobar que —sin una copa en la mano y tras haber echado un forzado coito con su amante y hermano— la inteligencia también florece en una leona mucho más reflexiva y sosegada que de costumbre. Cersei está explorando, no sin cierta amargura, los límites de la prisión social en la que se encuentra. Así la vemos hacer un casi-acuerdo de paz con Margaery Tyrell por un lado y por otro mantener una interesante conversación con el Príncipe Oberyn Martell.
   “¿De qué sirve el poder si no podemos proteger a los que amamos?”, le pregunta al príncipe de Dorne. ”Podemos vengarlos” contesta él, dejándonos muy claras las posiciones de cada uno. Esta escena entre ellos también nos recuerda que la princesa Myrcella existe y que Cersei está aún muy disgustada porque se llevaron a su hija lejos de ella.
   Nos regalan además una tercera conversación con su padre, Tywin, en la que nos revelan las dificultades financieras por las que pasa la casa Lannister, lo que hace fundamental la alianza con los Martell. En torno a dicha alianza se establece un calendario social, con dos bodas en el horizonte: Margaery y Tommen se casarán en quince días y Cersei y Loras dos semanas después. No parecen haber aprendido nada de los sucesos de bodas recientes.    Daenerys Targaryen recibe noticias de la Bahía de los Esclavos. Todo por lo que ha estado luchado, liberando las ciudades esclavistas, se está desmoronando. Astapor ha sido tomada por un hombre llamado Cleon, y las cosas no están mucho mejor en Yunkai, donde los dueños de esclavos han recuperado su poder. Además Daario Naharis ha capturado la flota de barcos de Meereen sin haber recibido instrucciones para ello. Todo el mundo espera que Daenerys se embarque hacia Desembarco del Rey. Pero Dany, contrariamente a otros muchos personajes de la serie, tiene cierta conciencia y parece estar dándose cuenta de que si ganar batallas es difícil, mucho más difícil es gobernar. Ella cree -quizás con razón- que si navega con sus ejércitos hasta Desembarco del Rey, es mejor que llegue con grandes logros a sus espaldas, no simples buenas intenciones que no se sostendrán en el tiempo. Tiene el desafío de cambiar el sistema, pero solo podrá conseguirlo si logra respaldar lo que proclama con hechos. Así que antes de dirigirse a Poniente, necesita hacer saber a la gente que está de su parte, que no es como los demás gobernantes que han tenido hasta el momento. Y eso significa no solo ser una gran conquistadora sino también una gran gobernante.

   Arya continúa soñando con su venganza personal. Es interesante ver como Arya y El Perro aún no saben de la muerte de Joffrey y por ello la pequeña Stark sigue incluyéndole en su lista. Dicha lista finaliza con “El Perro”, sin que a él parezca importarle lo más mínimo.
   A lo largo de la temporada nos han dado indicios de que estos dos están construyendo una especie de amistad, aunque haya sido forzada por las circunstancias. Arya no se ha dado cuenta todavía pero quizá haya encontrado en El Perro un inmejorable compañero de viaje. Un hombre que se preocupa por ella al no encontrarla al despertar (y no creo que sea solo temor a perder su botín) sino que le enseña de la manera difícil que su estilosa danza de espadas no va servir de nada cuando se enfrente a un oponente bien equipado.

    Las escenas entre Brienne y Pod no aportan realmente mucho al episodio, aparte de darnos unos momentos divertidos entre dos personajes que no habrían tenido otra razón para aparecer esta semana, ya que sucesos más interesantes se estaban desarrollándo en otros lugares.


   Brienne ha asumido el rol de líder y mentor  en sus interacciones con el escudero, el resumen de las cuales viene a  contarnos que Podrick es digno de confianza aunque no sepa cocinar un conejo, (ni siquiera sabe que hay que despellejarlo primero), y tan solo sirva para servir vino y ayudar a quitar armaduras.    Sansa y Meñique llegan a salvo al Valle. Una exageradamente cariñosa bienvenida de Lysa Arryn, tía de Sansa, esconde los verdaderos deseos de la señora del Valle, que hace caso omiso a los deseos de Petyr de retrasar el matrimonio entre ambos y le tiende una emboscada, en el mismo gran salón del Nido de Aguilas, para que el enlace se produzca en ese momento.
  Comprobamos, no sin cierto temor, que la misma respuesta irracional a la visita de Catelyn en la temporda 1 reaparece cuando Lysa, claramente celosa,  interroga a su sobrina acerca de los afectos que Lord Baelish le dispensa.

   La solución de Lysa a la, para ella, amenazante presencia de Sansa en el Nido de Águilas se expone al final del ataque verbal que la adolescente sufre a manos de su tía. Cuando Tyrion Lannister sea ejecutado por el asesinato del rey, Sansa será viuda y quedará libre para casarse con su primo Robin, hijo de Lysa y señor del Valle. Otro matrimonio concertado para la pobre Sansa, que es justo de los que pensábamos que escapaba cuando huyó de Desembarco del Rey.    Otro aspecto reseñable de la parte del Valle es la confesión de Lysa de que fue ella quien envenenó a su esposo y que culpó a los Lannister en la carta que envió a su hermana, todo ello inducido por los planes de Meñique. Me ha parecido demasiado directo, un tanto irreal. No dejan nada a la especulación ni a la imaginación.   El acto final del episodio se desarrolla en el Torreón de Craster. Como era de esperar Jon acaba con Karl, el jefe de los Cuervos insurrectos, no sin recibir ayuda de una de las mujeres-hijas de Craster, representando, entiendo yo, a todas ellas.

   La escaramuza nos permite vivir un momento emotivo en el que Jon y Bran casi se encuentran. Bran llega a ver a Jon, sin embargo Jojen le convence de que seguir con su misión es más importante y que, por mucho que le quiera su hermano, o precisamente por ello, no va a dejarle seguir con la misma, sino que le llevará con él para protegerle. Entonces Bran toma la dura decisión de continuar, de buscar su camino más hacia el norte aún, en busca del cuervo de tres ojos.    La serie nos muestra al personaje de Locke, que llevaba camino de  convertirse en un villano menor por su misión de capturar a Bran Stark, y lo mata casi inmediatamente gracias a que el propio Bran se introduce en la mente de Hodor, que rompe las cadenas y también el cuello del infiltrado Locke.   La cara de horror de Hodor después de haber sido “wargarizado” por Bran y la visión de sus manos ensangrentadas es descorazonadora. Sin embargo ver al último de los amotinados, que estaba escapando, siendo alcanzado por Fantasma, haciendo cierta justicia poética después de todo el tiempo que lo han tenido encerrado, mejora nuestro humor considerablemente. Así como el reencuentro de Jon y Fantasma.    Cuando está todo dicho y hecho las mujeres e hijas de Craster deciden quemar la casa hasta sus cimientos. Un símbolo de final definitivo para todos los horrores allí vividos.    Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el episodio?