Sinopsis:
Lady Anne Peckwort preferiría no casarse. No quiere que los demás decidan por ella, a pesar de que conoce sus obligaciones como hija de un conde. Su carácter tímido y su cojera tampoco la ayudan a conseguir un pretendiente que la convenza. Sin embargo, harta de las presiones sociales para que contraiga matrimonio, decide tratar de conquistar a Racecombe de Vere, un aventurero que jamás podría convertirse en su marido debido a los abismos sociales que los separan.
Lo que comienza como un simple juego de seducción se convertirá en un amor sin límites que no será aceptado por las rígidas costumbres de la Inglaterra de la época: Race es un hombre de dudoso origen y Anne, una mujer de familia noble. Pero la pasión desatada entre ellos no se apagará fácilmente. Cansada de que su familia decida por ella, Anne se fugará con un oficial que no le conviene. Race no se dará por vencido y los perseguirá para intentar recuperar a su amada, más allá de todos los obstáculos.
Opinión personal
Calificación:Sigo subiendo opiniones de mis lecturas para el reto «romance histórico» que organiza Serena Miles en el blog «Mi bibliotecaromántica» (a ver si las subo todas antes de final de año) y ya solo me falta uno, que leeré en diciembre, para aprovechar con otro reto.
Esta novela forma parte de una larga serie de la autora, se pude leer de forma independiente, aunque la aparición de personajes anteriores, si los conoces, hace más interesante la lectura.
Tacho el punto 9, «Regencia» y no me ha sido fácil. He leído mucho sobre esta época, e incluso, acabo de releer uno de Mary Balogh, pero quería aprovechar para leer alguno de mis «eternos pendientes» y no siempre queda claro a qué época pertenecen, si a esta o la victoriana. Y me he dado cuenta de que mucho de lo que actualmente estoy leyendo es victoriana, así que no me servían. ¡Pero por fin, este cumplía con los requisitos! Gracias por el chivatazo 😉
Jo Beverly es una de las grandes señoras de la novela romántica histórica, aunque no nos hemos llevado nunca demasiado bien. Sus novelas no me resultan tan actuales como otras escritoras de su misma época y con las que mis gustos casan mejor. Así que no es muy habitual en mi biblioteca.
Y es justo lo que me ha pasado con este título. Que me ha parecido «viejuna» lo cual no quiere decir que no pueda gustar. Bien seguro que esta novela, leída en el momento de su publicación me hubiera cuadrado mejor. Aunque algunas de sus contemporáneas me hacen disfrutar mucho más de la lectura, pero al menos me hubiera entretenido. Porque, en muchas partes, la lectura se me ha hecho sosa y pesada y me he tenido que obligar a seguir leyendo, motivada por las ganas de terminarlo em vez de por saber del futuro de los protagonistas, que, dicho de otra forma, me ha interesado bien poco.
Por un lado, tenemos a Anne, un personaje interesante. Es coja, y eso ha provocado no tan solo que se haya criado bastante recluida en la finca familiar, nada menos que hija de duques, y haya dirigido sus gustos más por temas intelectuales que por actividades más sociales, como los bailes.
Pero una partida a Hazard —título original de la novela— cambia totalmente su actitud hacia su propio futuro y, también, su carácter. Eso es lo que más me ha costado de asimilar, ese cambio tan bruco porque el carácter de una persona no se modela ni esa timidez se supera de un día para otro.
Total, que pasamos de un corderito angelical a una dragona capaz de jugar con varios pretendientes sin que se le caigan los anillos.
En la sinopsis se explica de forma demasiado completa para mi gusto el argumento de la novela. Así que pocas sorpresas nos depara la novela.
Aunque el gran peso de la historia y aparición en la novela se lo lleva Anne, Race resulta también un personaje interesante. Pero del que sabemos tan poco que se queda muy difuminado. La información se proporciona a medida que a la autora le va bien para construir esta historia, a mí todo el tema me ha parecido muy grande e inverosímil y, todavía más, cuando el supuesto único impedimento del éxito de su relación al final termina de una forma tan terriblemente sencilla y fácil.
La autora le da tanta importancia a otras interrelaciones de Anna, que el romance con Race se queda en nada, es como un salto de fe. Unos encuentros al principio de la novela que al final y después de muchas vueltas terminan culminando, pero, si bien puedo entender el embobamiento de Anne por un hombre resultón, gallardo que le hace caso y la trata como lo que es, una joven interesante; no me ha quedado muy claro qué es lo que Race ve en esta dama.
En definitiva, no sé si es la novela o soy yo, pero si ya la empecé (por segunda vez) con pocas ganas, no me ha gustado. Está bien, es entretenida mientras se lee, aunque gran parte de las escenas no me han servido para mucho. Sí tengo que decir que el último cuarto de la historia está mucho mejor que el desarrollo y, una vez la autora vuelve al camino original, la novela mejora.
Reconozco el mérito de Jo Beverly para querer crear una protagonista que está fuera de los correctos cánones sociales, pero creo que se le ha ido un poco la mano y, en muchas ocasiones, me he visto prejuzgando su comportamiento, —algo que no se debe hacer— pero es que no soporto cuando una protagonista me parece tonta más que arrojada. Y encima con el derecho de jugar con los sentimientos de otros.
Seguramente voy a decir un sacrilegio, pero me reitero en que Jo Beverly no es una autora con la que disfrute. O, simplemente, sus novelas no han superado bien el paso del tiempo.
Me gustaría recomendaciones de títulos que os hayan gustado, quizás justo he leído sus peores historias, y ese haya sido mi problema.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa