Juego sensorial en el vivero

Por Pilarta
Hace unas semanas, visité uno de mis viveros favoritos, en familia. Yo creo que era la primera vez desde que nació Lola, que la llevábamos a un vivero. Con ella hemos vistado el botánico de Madrid, varias veces y los colores, las hojas grandes, los verdes, los sonidos de los pájaros y el silencio dentro de este jardín, le gustan. Como a mi, me chifla. Pero la visita al vivero fue genial.Os aconsejo que lo hagáis con vuestros peques.Hablamos siempre de la estimulación de los niños, de lo bueno qué es y de los beneficios que tienen. Primero de todo, un vivero, un garden center, está más cerca de la naturaleza, por tener en sus instalaciones muchas especies vegetales diferentes, y que en la ciudad tienen un segundo plano si es que lo tienen.Se pueden tocar y pasear entre ellas, lo mejor es irse a un jardín botánico, pero en el jardín no os dejarán tocar las plantas, solo se observan.Os cuento mi experiencia con Lola en el vivero. Los colores de las plantas le gustaron mucho, además las plantas estaban al nivel de sus ojos, porque están en mesas de cultivo, lo cual, facilitan que las vea y que las toque, pero con cuidado, claro.

Luego fuimos paseando por la zona exterior, donde tienen árboles de diferentes formas y tamaños, lo que resulta bastante enriquecedor para los niños, que no están acostumbrados a verlos. Colores verdes de diferentes tonalidades y con estructuras totalmente distintas.

Y con Lola nos acercamos a un tipo de conífera para que la tocara, y le gustó mucho poder interactuar en el espacio y que nosotros le dejáramos tocar el árbol.

Bueno todo esto de que toquen es muy positivo para ellos, pero los adultos debemos tener cuidado de que no arranquen las hojas o hagan daño a las plantas. También es un lugar muy propicio para aprender a respetar las plantas.
Si además tuvierais jardín sería genial que ellos pudieran elegir las plantas o al menos que fueran conscientes de cómo hay que cuidarlas en casa.
Ir al vivero, puede ser un juego, donde ellos aprendan a valorar las plantas, a respetar el medio ambiente, a aprender texturas, a diferenciar colores, a oler las flores y las hojas. Os propongo visitar un vivero con vuestros hijos y disfrutar de ello.