Juegos, creando mi propio yo

Por Ferclown
Cuando estamos inmersos en la acción del juego, estamos con nuestros sentidos vivos así como cada una de nuestras células, nuestro cuerpo y nuestra mente está en contínua acción y de igual manera reaccionando siempre desde un punto de vista de sentido común, de coherencia. El motivo principal de aprender a través del juego, es porque la premisa del juego es ante todo diversión y ciertamente es así como mejor se asimilan los conceptos para que puedan servir de herramientas en cualquier momento.
Se nos hizo creer que había que aprender siguiendo unas reglas, unas normas establecidas y dictadas, siguiendo el camino impuesto socialmente, a lo largo de este proceso pocas han sido las ocasiones en que tuvimos oportunidad de aprender diviertíéndonos a través del juego, pero sin embargo esos son los flashes que más nos han quedado grabados, aquellos recuerdos en donde estábamos disfrutando y sin darnos cuenta aprendiendo. Resultando ahora que aquello que se nos hizo creer no vale, que realmente la mejor forma de aprender es jugando y que durante toda la infancia hay que aprovechar al máximo los juegos ya que de ellos dependerá bastante nuestro futuro personal y profesional.
A través de los juegos tanto el niño como el adulto desarrolla su agudeza, su inventiva, ejercita su capacidad de potencial interno, creando aventuras que del intelecto con la ayuda del cuerpo se convierten en creaciones reales, dando vida a personajes reales o ficticios, haciendo que a través de la mejora de las acciones tengan su propia conciencia. Dándose la coyuntura de favorecerse el viajar por mundos aún no transitados, creando nuevas realidades, nuevos estilos, incluso nuevas formas de sentir, ver y vivir cada momento.
Jugando es como vamos a desarrollarnos en cualquier ámbito de la vida, empezando desde temprana edad a potenciar aquellas cualidades a las que somos más afines, para lo cual dispondremos siempre bien de la ayuda de nuestros mayores, o bien si somos adultos de la ayuda de especialistas además de nuestra investigación y conocimientos de nosotros mismos, podemos ser y de echo somos creadores de nuestra propia marca. Un estilo, una tendencia en la que al ser los pioneros y sobre todo los inventores de la misma tenemos asegurado el primer puesto de calidad, ser los mejores en lo nuestro. Claro está habrá competencia pero nunca será igual, pues tu marca personal está asociada a tu propia inventiva creativa, a nuestra personalidad.
Es, ha sido y será gracias al juego y la diversión que éste lleva impregnada como hemos aprendido y seguiremos aprendiendo a ser destacados en nuestras especialidades, desarrollar al máximo nuestras capacidades, trabajando en aquello que nos gusta pudiendo poner a prueba diariamente nuestro potencial. Puesto que el juego nos brinda un mundo infinito de posibilidades y nosotros escogemos las que nos gustan y también las que nos benefician. La diversión del juego en contínua creación de historias y conflictos nos hace evitar un enemigo muy poderos, la rutina, enemiga íntima de la acción del movimiento. Y aunque ambas nos llevan a un agotamiento físico y mental, en la rutina además la sensación psíquica es fea, muy fea, mientras que el juego nos aporta una sensación de plenitud, de alegría, de confianza, de seguridad, de libertad.