La vista es el órgano sensorial que más cantidad de información puede recoger en muy poco tiempo.
Desde que el bebé es recién nacido, podemos realizar juegos visuales muy sencillos. Algunos ejemplos:
- Mostrarle tarjetas en blanco y negro con formas simples (espirales, dámelo, ojo de buey, etc…) en diferentes posiciones (centrada, arriba/abajo, derecha/izquierda).- Caras grandes de trazo simple en negro sobre fondo blanco con diferentes atributos (gafas, bigote, barba, pelo largo/corto,….).- Móvil con cubos, cilindros, bolas,….
Por otro lado, para niños a partir del primer año, los juegos que estimulan la visión son múltiples y variados. Se pueden utilizar muchos materiales diferentes como imágenes de todo tipo y en distintos formatos, objetos de diferentes formas y colores, puzzles, muñecos, frutas y verduras de plástico o tela, animales de goma, telas, disfraces, y todo lo que se nos ocurra. Con todo ello, podemos proponer al niño identificar imágenes, clasificar los objetos por tamaños y/o colores, etc.
También es interesante ejercitar con los niños aspectos más específicos como la agudeza visual, la observación y la atención realizando juegos de emparejar imágenes, buscar semejanzas y diferencias, encontrar el elemento que falta, etc…, así como la memoria visual a través de juegos tipo memory.
Utilizar imágenes cercanas al niño y materiales que hayamos elaborado nosotros mismos y, mejor aún, junto con el niño, hará que el pequeño se encuentre más motivado y su aprendizaje sea más significativo. En este sentido, se puede elaborar un libro de familia (un librito de fotos de los miembros de la familia con sus nombres) y/o un libro de imágenes (con fotografías que muestren escenas de la vida cotidiana del niño).
No debemos olvidar que uno de los mejores juguetes es nuestro cuerpo, por lo que podemos jugar con el niño al clásico veo-veo, al director de orquesta (donde hay que imitar los gestos que uno haga),…
Sira Martín Hebrerowww.gabineteinfantil.es