El juego es la manera a través de la cual los niños comprenden las reglas que rigen el mundo, organizan su mente, se relajan y disfrutan, es por tanto básico en su desarrollo y como tal se debe potenciar su práctica, así como el aprendizaje a través del mismo.
Normalmente es durante los periodos vacacionales cuando el niño tiene más tiempo para desarrollar su imaginación y divertirse jugando, bien sea con juegos inventados o a través de los juguetes.
En estas ocasiones, cuando abunda el tiempo libre, los padres suelen mostrarse preocupados de que su hijo 'esté todo el día jugando' sin hacer nada más, pero como comentábamos esta es la mejor forma de que el niño interiorice lo que pasa a su alrededor, construya sus esquemas mentales y a la vez ponga en marcha su creatividad e imaginación.
Existen juegos divertidos y educativos a mismo tiempo
Juegos y juguetes hay para todos los gustos, si lo que nos preocupa es que el niño pase todo el día haciendo carreras de coches o peinando muñecos podemos optar por proporcionarle alternativas, precisamente la ventaja de las vacaciones es que van a tener tiempo de hacer de todo. Podemos proponer a nuestro hijo un puzle, un juego de construcción o un juego de mesa. Debemos pensar también en compartir ese tiempo de juegos con ellos por eso es buena idea optar por actividades pensadas para toda la familia.
Otra buena alternativa son los libros, la lectura puede ser tan divertida como cualquier otro juego, solo hay que enseñara los niños que esto es así. Podemos elegir cuentos interactivos y leerlos con ellos, también podemos aprovechar para hacer un pequeño teatro representando la historia o elegir libros en los que ellos sean los protagonistas, pintando o decidiendo el ritmo de la historia. En esta misma línea las manualidades y trabajos artísticos gustan también mucho a los pequeños. Papeles, colores, pegamento, tijeras... si dejamos rienda suelta a su imaginación seguro que nos sorprenderán con sus obras maestras.
¿Jugar en el casa o en el exterior?
Dependiendo de la época del año podemos optar por actividades exteriores, ir al parque, a la piscina, a jugar al tenis, al fútbol, juegos de agua... Normalmente se reserva el verano para este tipo de juegos aunque en cualquier época es bueno combinar todo tipo de actividades a fin de ofrecer al niño todas las opciones posibles y no limitar su desarrollo en ninguna área.
La época de vacaciones es la elegida también para muchos padres para comprar un nuevo juego o juguete. A la hora de escogerlo es bueno tener en cuenta las preferencias del niño pero también debemos pensar en potenciar aquello que necesite refuerzo. Por ejemplo si es un niño muy nervioso los libros y los juegos de mesa serían una buena elección. Si por el contrario es más tranquilo puede que necesite algún juguete que le anime a moverse. Todo ello se debe hacer siempre desde una vertiente lúdica, ayudando al niño sin presión a probar cosas nuevas con ayuda del juego.