Jueves, 1 de Febrero de 1940

Por Sila
FINLANDIA: Tras varios días de calma, se reanudan los combates en la Línea Mannerheim. Bajo el mando del nuevo comandante soviético en Finlandia, Semyon Timoshenko, los reorganizados 7º y 13º Ejércitos Soviéticos atacan en el Istmo, concentrando sus ataques en el sector de Summa. En Summa les espera la pequeña pero bien atrincherada 3ª División Finlandesa. Timoshenko es un comandante hábil, y esta vez los rusos disponen de amplias y fuerzas y reservas suficientes tanto de hombres como de municiones y aprovisionamientos. En estos momentos, los dos ejércitos soviéticos mantienen en el Istmo a 14 divisiones de infantería y 6 brigadas de tanques, con un gran número de unidades de artillería. Son precisamente los cañones rusos los que inician el ataque de hoy, con una intensa cortina de fuego que cubre el avance de la infantería y los cañones. La batalla continuará durante 8 días. En otros frentes, prosigue la batalla de Kuhmo, que ha degenerado en una serie de escaramuzas a lo largo de un extenso frente entre la 9ª División Finlandesa y la dividida 54ª División Soviética. Precisamente hoy, en Kuhmo, hacen su aparición por primera vez desde el inicio de la Guerra de Invierno los esquiadores del Ejército Rojo. Un batallón de 600 esquiadores soviéticos, entrenados siguiendo las tácticas finlandesas, atacan las líneas finlandesas. Lamentablemente, su rendimiento es combate es muy inferior a lo esperado y sufren numerosas bajas, toda una decepción para los mandos soviéticos que habían puesto muchas esperanzas en este tipo de tropas.
En el campo político, se celebra hoy en Helsinki la ceremonia de apertura del Parlamento Finlandés. Tras una ceremonia religiosa, el Presidente de la República Kyosti Kallio hace un discurso exhortando a su pueblo a mantenerse firme frente al invasor soviético, ya que la guerra se ha convertido en una “lucha por la vida”. El Presidente Kallio también agradeció la ayuda internacional que ha recibido Finlandia, aunque pidió, en referencia a los aliados, una mayor implicación de la comunidad internacional. Tras su vibrante discurso, por el que fue ovacionado, tomó la palabra el Primer Ministro Ryti, presentando una breve pero clara declaración de intenciones de su gobierno que pasa, por supuesto, por ganar la guerra contra los rusos.
MOSCÚ: El del Parlamento Finlandés no es el único discurso del día. En la capital soviética el Secretario General del PCUS, Joseph Stalin, hace una declaración ante miembros de su partido. El dictador soviético justifica su decisión de invadir Finlandia, afirmando que la negativa finlandesa a ceder territorios en el Ladoga ponía en peligro la salida soviética al mar por el río Neva. Además, Stalin da orden de rechazar los intentos diplomáticos de mediación por parte de Suecia y otros neutrales.
BERLIN: Nuevos movimientos en torno a la redacción de Fall Gelb, el ataque contra Francia y los Países Bajos. El Coronel Rudolf Schmundt, Jefe del Departamento de Personal de la Wehrmacht, le explica a Hitler que ha hablado con dos lugartenientes de Von Manstein (en concreto el Teniente Coronel Günther Blumentritt y el Mayor Henning von Tresckow) durante una visita a Coblenza. Ambos oficiales le explicaron a Schmundt los planes de su superior sobre el ataque a Francia a través de Las Ardenas y como el jefe del OKH, el General Halder, ha ignorado estas sugerencias, que cuentan con el respaldo de oficiales de la talla de Von Runstedt o Guderian. Hitler, que no está satisfecho con el plan elaborado por Halder, toma buena nota.
MAR DEL NORTE: El mercante inglés Creofield, de unas 800 toneladas, se hunde, probablemente a causa de una mina alemana.