BÉLGICA: Se decreta el estado de alerta para las fuerzas armadas, en previsión de que Bélgica pueda seguir el camino de los escandinavos…
LONDRES: Intervención de Churchill en la Cámara de los Comunes, dando parte de la Primera Batalla Naval de Narvik ocurrida ayer y desmintiendo el rumor que circula en la prensa de que tropas británicas ya han desembarcado en Noruega. Sin embargo, el Primer Lord del Almirantazgo tiene planes al respecto…
PARIS: Y en Francia, es Reynaud quien da las explicaciones. El Primer Ministro anuncia ante los diputados que los ingleses han hundido nada menos que dieciocho buques alemanes en Narvik y que, por lo tanto, sus fuerzas terrestres han quedado aisladas e inmovilizadas. Tales exageraciones tienen como objetivo acallar las crecientes críticas de la prensa, no solo francesa, que piden explicaciones sobre como los aliados han permitido que Alemania les gane por la mano.
WASHINGTON D.C.: Comienza el culebrón diplomático acerca de la situación de Groenlandia e Islandia. Hoy, el Presidente Roosevelt se entrevista con el embajador danés, el cual sigue representando a su gobierno pese a que Dinamarca está ocupada por la Wehrmacht. Roosevelt quiera aclarar la situación de Groenlandia, situada demasiado cerca de Estados Unidos y sus rutas comerciales como para ser ignorada, y demasiado lejos y cerca de Europa como para considerarla una amenaza. Por ahora, el embajador danés afirma que su gobierno sigue controlando Groenlandia. Por su parte, el Senador por Minnesota Ernest Lundeen, independiente, pide que Estados Unidos zanje la cuestión comprando Groenlandia a sus propietarios daneses.