PARIS: Las quinielas políticas se cumplen a la perfección. Hoy, el Presidente de la República Albert Lebrun, nombra nuevo Primer Ministro al conservador Paul Reynaud, de 62 años. Reynaud, en ese momento Ministro de Finanzas, había recorrido una amplia vida política de la mano de su partido, la Alianza Democrática de centro-derecha; había ocupado diversas carteras ministeriales en los años treinta y gozaba de cierta popularidad entre la población. Durante la crisis checoslovaca de 1938 que desembocó en los Pactos de Munich, Reynaud se enfrentó a su propio partido y a la opinión general al criticar la claudicación ante Hitler, hecho que al empezar la Guerra lo dotó de cierto prestigio. Además, su gestión como Ministro de Finanzas desde 1938 había conseguido muy buenos resultados gracias a una serie de medidas liberalizadores y a la austeridad fiscal. Así pues, es la persona ideal para suceder a Daladier. La Cámara de los Diputados, vota de inmediato al nuevo Primer Ministro con una mayoría más que suficiente.
Sin embargo, en su gestión como Primer Ministro se verá superado (al igual que toda la clase política francesa) por los acontecimientos. En un intento por levantar la moral del pueblo, Reynaud garantizará la victoria francesa por la mera superioridad numérica de su ejército, lo que tendrá el contraproducente efecto de hacer bajar la guardia a toda la nación. Sus continuas declaraciones no siempre fueron atinadas, lo que provocó roces innecesarios en la política exterior e interior francesa. Y, en definitiva, fue igual de incapaz que su predecesor de unir al pueblo francés bajo la bandera común de la lucha contra el nazismo.
MAR DEL NORTE: Al este de Escocia prosigue la pesadilla para los mercantes neutrales daneses. Hoy, el U-38 hunde al Algier (1.654 tn.) y al Christianborg (3.270 tn.). Con ellos, seis mercantes daneses han sido echados a pique por los U-Boote en menos de 72 horas. Más al sur, en la costa sud-oriental inglesa, un avión alemán destruye al vapor británico Barn Hill, de 5.479 toneladas.