BERLÍN: El coronel Hans Oster, número dos del Abwehr, emula a su jefe y trata de detener la inminente invasión a Noruega y Dinamarca filtrando los planes a los aliados. En esta ocasión, vuelve a utilizar, como hizo el pasado Enero, al agregado militar holandés en Berlín, el coronel Sas. Sas, quien da crédito a la información, lo comunica a la embajada danesa (en concreto al agregado naval, el capitán Kjolsen) pero cuando la vital información llega al gobierno de Copenhague, este lo rechaza. Ocurre lo mismo que pasó ayer con los noruegos: se cree que la filtración es un intento alemán para incitar a los holandeses a provocar un casus belli.
NORUEGA: Precisamente, al tan disputado país llega el buque de pasajeros noruego Mira, que ha pasado la última semana esquivando los ataques aéreos de la Luftwaffe que trataban de echarlo a pique. Ninguno de sus 107 pasajeros ha resultado herido.
LONDRES: Nuevo discurso del Premier Chamberlain, el primero tras la reorganización de su gobierno. En la Cámara de los Comunes y con un aire muy relajado, Chamberlain ha dejado de lado los asuntos internos y se ha concentrado en atacar a Hitler, el cual “ha perdido el autobús” según el líder británico. En un tono confiado afirma: “al entrar en guerra en Septiembre sabía que teníamos que ganar. Hoy me siento diez veces más confiado en la victoria que entonces”. La historia se encargará de juzgar sus palabras. En el plano económico, el Tesoro organiza una compañía comercial (la English Commercial Corporation Limited) encargada de comerciar en los Balcanes para limitar la cada vez más creciente influencia económica en la zona.