Tiene un poco el prototipo del Castillo La Inmaculada Concepción de San Carlos, solo que este es mucho más pequeño y con la gran diferencia que se encuentra en una de las 365 isletas que posee el único lago de agua dulce con tiburones dentro de él.
Después de tan bonito recorrido nos dirigimos a buscar donde comer (siempre a la orilla del Gran Lago), existen varios restaurantes así que solo queda tomar la decisión de donde comer.
Saludos