Quiso hacer una avivada. Algo extraña, por supuesto. Jonathan Ferrari se metió en la barrera de los jugadores de Tigre mientras Carlos Soto se disponía a patear un tiro libre muy cerca del área. Se ubicó en uno de los extremos y se bajó los pantalones hasta que casi tocaron el piso. ¿Para qué? Para bloquear la visión del arquero del Matador, Damián Albil. La "implementación" no sirvió de mucho. El remate pegó en la barrera y su equipo, All Boys, perdió 2 a 1.
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