Existen una serie de jugadores cuyo talento es innegable pero que han sido castigados por las lesiones. Futbolistas de enorme clase capaces de decidir partidos a través de su calidad individual o de salvar encuentros merced a su enorme decisión. Sin embargo, si en el césped son prácticamente perfectos, fuera de él, tienen un problema: son de mantequilla. Viven al filo de la lesión, esa maldita compañera de viaje de no pocos jugadores.
En Europa y en el mundo ha habido y hay muchos ejemplos de ellos. Vicente Rodríguez ha sido uno de los más claros exponentes. En camino de ser uno de los mejores extremos izquierdos en mucho tiempo, una lesión en el tobillo fulminó una carrera meteórica que le llevó a caer y recaer en la misma piedra.
Vicente y las lesiones. Un verdadero culebrón.
Futbolistas demasiado castigados por las lesiones
Uno de los casos más paradigmáticos es del alemán Ebert al que vimos jugar a un alto nivel en Valladolid. Un futbolista muy propenso a los problemas musculares. Su capacidad de golpeo del balón era innegable pero…también lo es su problema con el físico. Su carrera se fue apagando en gran medida por ese problema.
Ebert se asemeja mucho a Arjen Robben, un jugador del que se recuerda su facilidad para ir a visitar al medico por sus roturas fibrilares debido en parte a su enorme potencia y arrancada. Se retiró en 2019.
No arrancada pero sí clase tenía Robert Prosinecki, quien en 1992 llegó a acumular (además de fiestas y mujeres) cinco lesiones musculares en un corto período de nueve meses. El croata era puro talento y un visitante demasiado asiduo a visitar a los doctores como también lo era Jonathan Woodgate que en dos años de paso por Madrid apenas pudo jugar diez partidos (con dos goles en propia puerta) a causa de numerosos problemas físicos.
El croata apenas pudo mostrar su enorme calidad en el club blanco.
Claro que para problemas el de Ludovic Delporte, ex jugador de Osasuna, que se llegó a lesionar 19 veces desde el 2006 hasta el 2010 pasando por el quirófano en 3 ocasiones. Aunque posiblemente, el jugador más frágil y de más calidad haya sido un tal Marco Van Basten. Un fuera de serie que tuvo la mala suerte de no poder dar el máximo a causa de sus tobillos, algo que sin embargo, sí pudo conseguir otro de esos jugadores castigados por las lesiones, Ronaldo.
Si recuerdas a algunos otros jugadores de mantequilla o de cristal, déjanos tus aportaciones en la sección de comentarios.